BRUSELAS — Los países de la Unión Europea estudiaban si los tres miembros más nuevos del grupo -Bulgaria, Rumanía y Croacia- pueden abrir por completo sus fronteras y participar en la zona de viajes sin pasaporte de la UE, aunque parecía probable que hubiera más demoras.
Una luz verde sería un impulso para sus economías. La llamada zona Schengen es la zona de viajes sin controles de identidad más grande del mundo. Abarca 26 países -22 países de la UE, Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza. Casi 1,7 millones de personas viven en un país de la zona Schengen y trabajan en otro. Unos 3,5 millones cruzan una frontera interna cada día.
Pero el pleno acceso para los miembros más nuevos de la UE -Bulgaria y Rumanía entraron en el bloque en 2007 y Croacia en 2013- requiere un apoyo unánime de sus socios, y la víspera de la reunión de ministros de Interior en Bruselas para analizar el caso aún se estaban presentando objeciones.
Los tres países ya cumplen parte de las normas de Schengen, pero aún no se han levantado los controles fronterizos. La oposición se ha centrado en preocupaciones de los países socios sobre el alcance del crimen organizado, la inmigración irregular y otros problemas de seguridad.
La rama ejecutiva de la UE, la Comisión Europea, determinó que los tres países cumplen los criterios técnicos para sumarse y el Parlamento Europeo también ha votado a favor de su ingreso.
"Somos más fuertes, no más débiles, a través de la ampliación de Schengen", dijo el vicepresidente de la Comisión, Margaritis Schinas, mientras los ministros del Interior de la UE se reunían para comentar la cuestión. "Ampliar Schengen supone más y mejores controles, no menos".
"Confío en que prevalezcan el sentido común y las mentes abiertas", añadió.
La solicitud de Croacia no ha recibido ninguna oposición importante de sus socios. Pero Austria parecía casi decidida a vetar las peticiones de Bulgaria y Rumanía debido a la inmigración, mientras aumenta el número de personas que cruza sus fronteras sin autorización a través de los Balcanes.
Las autoridades austriacas temen que si se suspenden las fronteras internas, Bulgaria y Rumanía se conviertan en vías de acceso para solicitantes de asilo. Parlamentarios conservadores del partido Demócratas de Suecia se han opuesto a la entrada de los tres países por motivos similares.
El primer ministro de Rumanía, Nicolae Ciuca, dijo el miércoles que su gobierno ha tenido "reuniones al más alto nivel" con Austria para tratar de abordar las preocupaciones y señaló que los datos indican que "Rumanía no tiene flujos de migración preocupantes".
El primer ministro de Holanda, Mark Rutte, también provocó indignación esta semana cuando alegó que los guardias fronterizos búlgaros podrían aceptar sobornos en efectivo. El parlamento holandés también tiene que pronunciarse, de modo que Bulgaria podría unirse más tarde que los otros dos candidatos.
El presidente de Bulgaria, Rumen Radev, replicó en Facebook que tres guardias fronterizos búlgaros han sido asesinados en los últimos meses mientras protegían las fronteras exteriores del bloque. "En lugar de solidaridad europea, Bulgaria recibe cinismo", afirmó.
En un esfuerzo por responder a las preocupaciones de sus socios, Bulgaria y Rumanía invitaron misiones investigadoras de la UE en dos ocasiones en los últimos meses para mostrar las mejoras.
Hungría también parecía dispuesta a rechazar su entrada, como ha hecho en varios asuntos comunitarios que requerían votaciones unánimes en los últimos meses, principalmente por las objeciones de su gobierno conservador a que se le retengan fondos europeos de recuperación de pandemia por reparos sobre corrupción.
Hungary appears ready to delay their entry, too, as it has done with several EU issues that require unanimity voting in recent months, mostly due to the right-wing government's objections that its access to European pandemic recovery funds is being held up over corruption concerns.
___
McGrath informó desde Sighisoara, Rumanía.