PITTSBURGH, Pensilvania, EE.UU. — El perpetrador de la masacre en una sinagoga de Pittsburgh en 2018 ha tenido una vida profundamente inestable dominada por enfermedades mentales graves y disfunción familiar, y ha intentado quitarse la vida varias veces, testificó una psicóloga clínica.
TESTIMONIO"Esta era una persona que desde el principio tuvo una infancia cargada de trauma, abandono y abuso desde antes de nacer", testificó Katherine Porterfield para la defensa durante la fase de sentencia del juicio a Robert Bowers.
Bowers, de 50 años, de los suburbios de Baldwin, mató a 11 fieles de tres congregaciones e hirió a otros fieles y policías el 27 de octubre de 2018, cuando abrió fuego dentro de la sinagoga Tree of Life en Pittsburgh.
Fue condenado el mes pasado por 63 cargos y podría enfrentar la pena de muerte en el ataque antisemita más letal en la historia de Estados Unidos.
El segundo día de testimonio de Porterfield se centró en los años de adolescencia y adultez de Bowers. Mostró cierta mejoría alrededor de los 13 años después de una hospitalización prolongada en una unidad de salud mental juvenil, pero regresó a un hogar altamente inestable y mostrando un comportamiento amenazante contra sí mismo. Amenazó o intentó suicidarse varias veces durante su adolescencia, incluso prendiéndose fuego, dijo Porterfield.
- Su madre tuvo dificultades para mantener un trabajo y cambiaba constantemente de casa y de pareja romántica, aunque sostuvo un matrimonio duradero con un hombre que conoció en un programa de citas.
Pese a obtener un puntaje alto en las pruebas de inteligencia, Bowers no pudo completar la secundaria, pero luego recibió una credencial de Desarrollo de Educación General, indicó Porterfield.
Como adulto, Bowers nuevamente fue hospitalizado después de amenazar con suicidarse de un tiro. Fue despedido por robar dinero en el único trabajo a largo plazo que pudo mantener, como camionero para una panadería local.