Acusa EU a Google de tener triple monopolio

Los fiscales persiguen la división del negocio de tecnología publicitaria de la compañía en su segundo juicio por abuso de posición dominante

WASHINGTON, D.C.- Google no tiene descanso en los tribunales. Solo un mes después de que un juez declarase que la compañía ha ejercido un monopolio ilegal en el mercado de las búsquedas en Estados Unidos, este lunes la compañía ha vuelto al banquillo por la publicidad digital. La compañía ejercer un triple monopolio al controlar la oferta, la demanda y el mercado de intercambio, según han sostenido este lunes los fiscales del Departamento de Justicia, que demandaron a la empresa junto a 17 Estados. Los demandantes piden la división del negocio publicitario de Google mediante desinversiones para fomentar la competencia. La compañía niega las acusaciones y advierte de que si se rompe su modelo, el resultado puede acabar siendo menores ingresos para los editores y mayores precios para los anunciantes. Una jueza de 80 años, Leonie Brinkema, decidirá quién tiene razón.

El nuevo juicio es el último episodio de la ofensiva Gobierno de Joe Biden contra las prácticas monopolísticas de las grandes empresas, en particular los gigantes tecnológicos. En esa batalla ha tenido como principales arietes a Lina Khan, responsable de la Comisión Federal de Comercio (FTC, en sus siglas inglesas) y, como en este caso, al equipo del Departamento de Justicia, dependiente del fiscal general, Merrick Garland.

En el juicio que ha comenzado este lunes, el Departamento de Justicia sostiene que Google controla a la vez la tecnología utilizada por casi todos los principales editores de sitios web para ofrecer espacios publicitarios, las principales herramientas usadas por los anunciantes para comprar esos espacios y el mayor intermediario de anuncios que pone en contacto a editores con anunciantes. "Un monopolio ya es malo. Pero lo que tenemos aquí es un triplete de monopolios", ha dicho la fiscal Julia Tarver Wood durante su declaración de apertura.

La estrategia de Google, sostiene, ha consistido en neutralizar o eliminar a los competidores de tecnología publicitaria, reales o potenciales, mediante una serie de adquisiciones. Los fiscales aseguran que, por culpa de ello, los creadores de sitios web ganan menos y los anunciantes pagan más de lo que deberían. Google se queda con hasta 37 centavos por cada dólar que intermedia, sostiene la acusación. Reclama la venta del conjunto de aplicaciones Google Ad Manager, incluido el servidor de anuncios para editores de Google, DFP (que es la evolución de DoubleClick, que compró en 2008 por 3.100 millones de dólares), y el servicio de intermediación, AdX.

Abogada y asesora de Kamala Harris

La abogada de Google en el caso, Karen Dunn, de 48 años, ha tenido una de las semanas más agitadas de su vida. Este lunes ha sido la encargada de presentar el alegato inicial de la defensa, pero al tiempo es la coordinadora del equipo que ha estado preparando a la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, para el debate que tiene este martes contra Donald Trump en Filadelfia, que puede decidir las elecciones presidenciales del próximo 5 de noviembre.

En su intervención de este lunes, Dunn comparó la demanda con una "cápsula del tiempo con una Blackberry, un iPod y una tarjeta de vídeo de Blockbuster", informa AP. Google sostiene que la visión del Departamento de Justicia se basa en premisas anticuadas y no refleja la realidad. Google ve como competidores a cientos de empresas que compiten activamente para facilitar la inserción de anuncios en Internet, desde medios de comunicación como Comcast y Disney, a minoristas como Walmart, Costco y Target, pasando por empresas especializadas en tecnología publicitaria como Criteo, Index Exchange y Trade Desk. Y señala que otros gigantes tecnológicos como Microsoft, Amazon y Meta también ofrecen soluciones integradas verticalmente.

Dunn ha dicho que los precedentes del Tribunal Supremo advierten a los jueces sobre "el grave riesgo de error o de consecuencias no deseadas" cuando se trata de tecnología rápidamente emergente y se considera si la legislación antimonopolio requiere una intervención. También ha advertido de que cualquier medida que se tome contra Google no beneficiará a las pequeñas empresas, sino que simplemente permitirá que otros gigantes tecnológicos como Amazon, Microsoft y TikTok llenen el vacío.