Tifón Man-yi deja 7 muertos en Filipinas y agrava crisis por tormentas sucesivas en norte del país

El tifón Man-yi dejó al menos siete muertos en un deslizamiento de tierra, destruyó casas y desplazó a un gran número de habitantes antes de alejarse del norte de Filipinas

MANILA, Filipinas. — El tifón Man-yi dejó al menos siete muertos en un deslizamiento de tierra, destruyó casas y desplazó a un gran número de habitantes antes de alejarse del norte de Filipinas, agravando la crisis causada por múltiples tormentas consecutivas, indicaron autoridades el lunes.

Man-yi fue una de los más fuertes de las seis grandes tormentas que azotaron el norte de Filipinas en menos de un mes, con tenía vientos sostenidos de hasta 195 kilómetros por hora cuando golpeó la provincia insular oriental de Catanduanes el sábado por la noche.

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, se reunió con el presidente Ferdinand Marcos Jr. en Manila y ofreció sus oraciones, anunciando un millón de dólares adicionales en ayuda humanitaria para las víctimas del tifón. Le dijo a Marcos que ha autorizado a las tropas estadounidenses asistir a las fuerzas filipinas a proporcionar ayuda vital.

  • Las lluvias torrenciales y los fuertes vientos desatados por Man-yi provocaron un deslizamiento de tierra temprano el lunes en el pueblo norteño de Ambaguio en la provincia de Nueva Vizcaya que enterró una casa y mató a siete personas, incluidos niños, y dejó heridas a otras tres dentro, dijo el jefe de policía regional, el brigadier general Antonio P. Marallag Jr.

Tropas del ejército, policías y aldeanos se apresuraban en la búsqueda de otras tres personas que se creía habían sido sepultadas en la avalancha de lodo, rocas y árboles arrancados de raíz, dijo Marallag.

Funcionarios de respuesta a desastres dijeron que estaban verificando si las muertes de dos vecinos en un accidente de motocicleta y una electrocución estaban directamente relacionadas con el embate de Man-yi para poder añadirlas al recuento total de muertes. Indicaron que se estaba buscando a una pareja y su hijo después que su choza fuera arrastrada por ríos desbordados en la provincia norteña de Nueva Écija.

Más de un millón de personas fueron afectadas por el tifón y dos tormentas anteriores, incluidas casi 700.000 que huyeron de sus hogares y se trasladaron a refugios de emergencia o casas de familiares, según la Oficina de Defensa Civil.

Casi 8.000 casas quedaron dañadas o destruidas y más de 100 ciudades y pueblos sufrieron cortes de electricidad debido a postes eléctricos derribados, informó.

En la provincia más afectada de Camarines, las autoridades pidieron ayuda adicional después de que los fuertes vientos y la lluvia dañaran más casas y cortaran el suministro de electricidad y agua en toda la provincia, junto con las conexiones de telefonía móvil en muchas áreas, dijo la oficial de información provincial Camille Gianan.

Funcionarios de bienestar social llevaron ayuda alimentaria, agua potable y otra ayuda, pero se necesitará más en los próximos meses, dijo Gianan. Muchos aldeanos necesitarán materiales de construcción para reconstruir sus casas, añadió.

"No se habían recuperado de las tormentas anteriores cuando golpeó el supertifón", dijo Gianan a The Associated Press. "Ha sido una calamidad tras otra".

La inusual sucesión de tormentas y tifones que azotó Luzón en solo tres semanas dejó más de 160 muertos, afectó a 9 millones de personas y causó daños tan extensos a comunidades, infraestructura y tierras agrícolas que Filipinas podría tener que importar más arroz, un alimento básico.

En una reunión de emergencia mientras se acercaba Man-yi, el presidente Ferdinand Marcos Jr. pidió a su gabinete y a los funcionarios provinciales que se prepararan para "el peor de los casos".

Al menos 26 aeropuertos nacionales y dos internacionales cerraron brevemente y los servicios de ferry y transporte de mercancías entre islas se suspendieron debido a mares agitados, lo que dejó varados a miles de pasajeros y viajeros. La mayoría de los servicios de transporte se han reanudado, según la Autoridad de Aviación Civil de Filipinas y la guardia costera.

Estados Unidos, aliado por tratado de Manila, junto con Singapur, Malasia, Indonesia y Brunéi proporcionaron aviones de carga y otra ayuda para tormentas para ayudar a las desbordadas agencias de respuesta a desastres del gobierno. El mes pasado, la primera gran tormenta, Trami, dejó decenas de muertos después de descargar el equivalente a uno o dos meses de lluvia en solo 24 horas en varios pueblos.

Filipinas registra unos 20 tifones y tormentas cada año. A menudo sufre terremotos y tiene más de una docena de volcanes activos, lo que lo convierte en uno de los países más propensos a desastres del mundo.