Si bien su cuerpo estuvo expuesto durante tres días de esta semana, su funeral el jueves respetará al menos en parte sus deseos de simplicidad, pero también incluirá algo de la pompa reservada para un líder de la Iglesia católica
Algunos rituales se llevarán a cabo fuera de la vista del público. Habrá otras ceremonias cargadas de tradición en la Plaza de San Pedro, ante decenas de miles de personas, entre ellas líderes y representantes de las familias reales de varios países.
Benedicto XVI murió el 31 de diciembre, a los 95 años, en el monasterio del Vaticano en donde pasó casi toda la década de su jubilación, y en el que dedicó sus días a la oración y la reflexión. Esta semana, en la que la Iglesia católica se despide de su 265º pontífice, se utilizarán una serie de rituales: Algunos de ellos son antiguos y otros modificados para adaptarlos a la época moderna.
- Estos son algunos detalles de la despedida oficial del Vaticano:
Después de que los últimos visitantes salieran el miércoles por la noche de la Basílica de San Pedro, en la que estuvo expuesto el cuerpo de Benedicto, él iba a ser colocado en un féretro de madera de ciprés tallada en un momento estrictamente privado.
Antes de que se le ponga la tapa al féretro, en su interior se colocarán algunos objetos relacionados con el papado de Benedicto de casi ocho años, informó el Vaticano. Estos incluyen medallones y monedas de la Santa Sede con su imagen acuñadas durante su papado y que circularon en denominaciones en euros.
Un recuento de su papado en una página —conocido en italiano como "rogito", una palabra que se refiere a un documento oficial— es enrollado y colocado en un cilindro, y luego es colocado en el interior del féretro. Junto con Benedicto serán enterrados los palios, sello distintivo de su carrera clerical. Una estola delgada, confeccionada por monjas de un claustro de Roma con lana de oveja, es un símbolo potente de los papas, que también son obispos de la capital italiana, y como tales, pastores del rebaño de los feligreses católicos.
Benedicto XVI tenía una imagen de un palio integrada en su emblema papal. La estola también se otorga a cardenales y arzobispos. En el curso de su carrera, Benedicto fue arzobispo de Múnich, en su natal Alemania, y el papa Paulo VI lo ascendió a cardenal en 1977.
Al concluir el funeral, el féretro de Benedicto regresará a la basílica y será trasladado a las grutas debajo de la planta baja. Ahí, cerca de la cripta subterránea en donde él eligió su lugar de descanso, el ataúd de ciprés será colocado dentro de uno de zinc. A su vez, ese féretro será puesto dentro de un tercero de madera de roble.
¿CÓMO SERÁ EL FUNERAL?El féretro se volverá a exhibir ante el público el jueves cerca de las 8:45 de la mañana, cuando sea trasladado fuera de la basílica. Se ha invitado a los fieles en la Plaza de San Pedro, que se prevé asciendan a por lo menos 60.000 personas, a recitar el rosario en voz alta. El papa Francisco presidirá el funeral, ocupando su lugar frente a un altar con dosel para pronunciar la homilía e invocaciones clave.
El cardenal italiano Giovanni Battista Re, decano del Colegio de Cardenales, celebrará la misa en el altar. Francisco dirigirá los rituales finales del funeral de Benedicto XVI. Estos implican recitar una despedida formal, conocida en latín como "Ultima Commendatio et Valedictio", y rociar los restos con agua bendita e incienso.
La mayor parte de la liturgia de la misa refleja las de los funerales de los pontífices reinantes. Habrá una excepción notable: En otros funerales, entre ellos el de Juan Pablo II en 2005, se incluyó un "suppliche" especial, o imploraciones piadosas —las cuales se caracterizan por tener una larga letanía de los nombres de los santos_, en un reflejo del papel de un pontífice como obispo de Roma y también líder de las iglesias de rito oriental.
Pero en virtud de que Benedicto se retiró del papado antes de su muerte, no se realizarán estas imploraciones en la plaza.
¿EN DÓNDE SERÁ EL LUGAR DE DESCANSO FINAL DE BENEDICTO XVI?Los restos de Benedicto XVI ocuparán una cripta en la que estuvo la tumba de Juan Pablo II, cuyos restos fueron trasladados de las grutas a la basílica principal para su beatificación en 2011 durante el papado de Benedicto. El papa Francisco canonizó al pontífice polaco en 2014.