Soldados rusos y ucranianos se alistan para lucha en Jersón

Soldados rusos y ucranianos parecían estar preparándose para una gran batalla por la ciudad portuaria de Jersón

KIEV, Ucrania

Soldados rusos y ucranianos parecían estar preparándose para una gran batalla por la ciudad portuaria de Jersón, una estratégica localidad industrial en el sur de Ucrania y una región que el presidente ruso Vladimir Putin se ha anexionado ilegalmente y ha sometido a ley marcial.

Se reportaron combates y evacuaciones en la región de Jersón en momentos en que Moscú intentaba someter al país invadido con más ataques de misiles y drones contra infraestructura crítica.

Putin declaró el miércoles la ley marcial en las regiones de Jersón, Luhansk, Donetsk y Zaporiyia en un intento por afirmar la autoridad rusa en las zonas anexadas en momentos en los que enfrentaba a reveses en el campo de batalla, una problemática movilización militar, a crecientes críticas en su país y en el extranjero, y a sanciones internacionales.

La inestable situación del territorio anexado ilegalmente quedó particularmente al descubierto en la capital de la región de Jersón, donde oficiales militares rusos han sustituido a los líderes civiles instalados por el Kremlin como parte de la ley marcial que entró en vigor el jueves para defenderse de una contraofensiva ucraniana.

La ciudad de Jersón, que antes de la guerra tenía 284.000 habitantes, fue una de las primeras zonas urbanas que Rusia capturó cuando invadió Ucrania, y sigue siendo la ciudad más grande bajo su control. Es un objetivo principal para ambos bandos debido a la presencia de sus industrias clave y a su importante puerto fluvial. Desde hace meses han surgido informes sobre sabotajes y asesinatos de funcionarios designados por Rusia en Jersón, en lo que parece uno de los movimientos de resistencia ucranianos más activos en el territorio ocupado.


  • Un militar ucraniano camina sobre un tanque ruso destruido cerca de la frontera con Rusia, en Járkiv, Ucrania, el 19 de septiembre de 2022.
Putin trató de abordar el jueves otra área problemática:

La movilización parcial de reservistas que ordenó el mes pasado y estimó que terminaría a finales de este mes al alcanzar su objetivo de 300.000 hombres.

El mandatario ruso visitó un centro de adiestramiento en la región rusa de Riazán para mostrar los avances en la rectificación de los problemas de adiestramiento y abastecimiento de los soldados recién movilizados. La televisión rusa lo mostró tumbado bajo una red en un campo, con gafas y protección para los oídos, y disparando un fusil. Un oficial militar llevó a Putin y al ministro de Defensa, Sergei Shoigu a que vieran a los soldados armados y equipados con chalecos antibalas y cascos.

El oficial mostró botas de invierno, ropa, utensilios de cocina y otros suministros, todo ello con el fin de desmentir las imágenes que los rusos han publicado en las redes sociales de equipo en mal estado o inexistente para los soldados recién movilizados.