Incluso después de intensificar su huelga contra las fábricas automotrices de Detroit el viernes, el sindicato United Auto Workers conserva bastante fuerza en su intento para obligar a las compañías a que concedan importantes aumentos en salarios y mejores prestaciones.
Sólo alrededor de 12% de los afiliados al sindicato han paralizado actividades. Si optara por hacerlo, el UAW podría ampliar considerablemente el número de trabajadores en huelga en armadoras y plantas fabricantes de partes de General Motors, Ford y Stellantis, ésta propietaria de las marcas Jeep y Ram.
Sin embargo, la nueva estrategia de UAW también conlleva riesgos para el sindicato. Al ampliar su huelga de tres grandes armadoras de vehículos a los 38 centros de distribución de partes de GM y Ford, el UAW se arriesga a provocar la ira de la gente que podría verse afectada cuando no puedan repararles sus vehículos en centros de servicio por la falta de piezas.
El parecer, el sindicato cree que con las huelgas en las plantas de producción de vehículos y en las que fabrican partes obligará a las partes patronales a negociar un fin relativamente rápido a la huelga, que está en su segunda semana. Sin embargo, algunos analistas dicen que para hacerlo el sindicato tendrá que actuar incluso de manera más drástica.
"Creemos que el próximo paso para el UAW es la opción más nuclear: ir por una huelga mucho más amplia en las principales plantas que están en Detroit y sus alrededores", afirmó Daniels Ives, analista con Wedbush Securities. "Eso equivaldría a lanzar un torpedo".
Sam Abuelsamid, analista en la consultora Guidehouse Insights, dejó entrever que debido al gran número de trabajadores y fábricas que continúan funcionando, el sindicato cuenta con varias opciones para presionar aún más a las compañías.
"Podrían incluir más armadoras a la lista", dijo Abuelsamid. "Podrían enfocarse más en las plantas que producen los vehículos más rentables".
Como ejemplos, Abuelsamid mencionó una planta en Flint, Michigan, donde GM produce pickups de trabajo pesado, y una fábrica de Stellantis en Sterling Heights, Michigan, que produce las camionetas Ram.
Las tres compañías dijeron que las conversaciones con el sindicato proseguían el sábado aunque representantes de las empresas dijeron que no preveían grandes anuncios.
En Canadá, los trabajadores de Ford comenzaron a votar sobre un acuerdo provisional que a decir del sindicato incrementará el sueldo base 15% durante tres años y prevé aumentos por el costo de la vida así como bonos de ratificación por 10.000 dólares.