El Mandatario federal incluso les reprochó que no compartan la visión del Papa Francisco, quien se ha pronunciado en contra de combatir la violencia con el uso de la fuerza.
"Si hubiésemos continuado con esa política que se impuso desde que se declaró la guerra a la delincuencia organizada, el País estaría en completa descomposición, ingobernable. Pero todos esos no dicen nada de cómo ajusticiaban a personas, cómo aplicaban el mátalos en caliente, cómo creció en México el número de masacres, los índices de letalidad, cómo remataban a los heridos", dijo.
"Todo eso se les olvida, incluso hasta los religiosos, con todo respeto, que no siguen el ejemplo del Papa Francisco, porque están muy apergollados por la oligarquía mexicana".
Este domingo, en la misa de despedida de los dos sacerdotes asesinados en su parroquia de Cerocahui, Chihuahua, la Comunidad Jesuita pidió al Presidente revisar su proyecto de seguridad y establecer un diálogo nacional para detener el "río de sangre" que corre por el País.
"Los abrazos ya no nos alcanzan para cubrir los balazos", sostuvo el sacerdote Javier Ávila, líder de la Comunidad Jesuita en Creel, durante la homilía efectuada en la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús.
Este día, López Obrador volvió a defender su estrategia y negó que el País viva sus peores momentos en materia de inseguridad y violencia.
"El problema de la violencia tiene que ver con la falta de trabajo, con la falta de oportunidades, eso es y eso lo piensa la mayoría del pueblo, solo los conservadores piensan que pueden resolver los problemas con la Ley del talión, solo ellos", aseveró.
"Donde hay un conservador hay un represor en potencia, pero nosotros no somos así ¿qué quieren? ¿que se vuelva a ametrallar desde los helicópteros? ¿Eso es lo que quieren? No, no. Y que las alianzas con el Cártel de Sinaloa y las pruebas de que saludé a la mamá de Guzmán Loera, imagínense ese periodismo, de qué nivel".