KIEV, Ucrania — El ejército ruso repelió un ataque ucraniano contra el puerto de Sebastopol, según indicaron las autoridades nombradas por Rusia en Crimea, y según medios se encontró un dron en un bosque cerca de Moscú. Los dos ataques se produjeron entre expectativas de una gran contraofensiva ucraniana.
El ejército destruyó de madrugada un dron marítimo ucraniano que intentaba atacar el puerto, indicó Mikhail Razvozhayev, líder nombrado por Moscú para la ciudad de Sebastopol, en Crimea. Otro dron estalló sin causar daños.
El incidente se sumaba a otra serie de intentos de atacar Sebastopol, la principal base naval en Crimea, que Rusia se anexionó de forma ilegal en 2014.
Las autoridades ucranianas no hicieron comentarios sobre los sucesos en un primer momento. Después de ataques anteriores contra Sebastopol y otras zonas, las autoridades en Kiev no llegaron a atribuirse la autoría, aunque recalcaron el derecho del país a atacar cualquier objetivo en respuesta a la invasión rusa.
Por otro lado, reportes en medios rusos indicaron que se había encontrado un dron explosivo en un bosque unos 30 kilómetros (unas 19 millas) al este de la capital rusa.
Aunque el artefacto no explotó, el incidente subrayaba la capacidad ucraniana de llegar al corazón de Rusia, entre expectativas de que el ejército ucraniano emprendiera una contraofensiva de primavera para recuperar zonas ocupadas.
Los observadores creen que la operación se centrará más probablemente en las partes bajo control ruso de las regiones de Zaporiyia y Jersón, en el sur. Si tiene éxito, permitiría a Ucrania cortar la conexión terrestre entre Rusia y Crimea.
Tropas ucranianas se han establecido hace poco cerca de la localidad de Oleshky, en la margen oriental del Río Dniéper, según el Instituto para el Estudio de la Guerra, un centro de Estudios con sede en Washington.
Ucrania ha recibido hace poco armas sofisticadas de sus aliados occidentales y tropas recién entrenadas en Occidente, lo que ha aumentado las expectativas de una ofensiva.
La semana pasada llegaron al país misiles Patriot de fabricación estadounidense, y el vocero del ejército Yuriy Ihnat indicó el domingo en la televisión ucraniana que algunos ya han entrado en servicio.
Por su partes, las fuerzas rusas continúan con el esfuerzo iniciado hace nueve meses para capturar el bastión ucraniano de Bájmut en la región oriental de Donetsk.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, recalcó la importancia de defender Bájmut en una entrevista el mes pasado con The Associated Press, en la que dijo que su caída podría permitir que Rusia recabara apoyo internacional para un acuerdo que requiera concesiones inaceptables para Kiev.
Tanto Ucrania como Rusia han descrito la batalla por Bájmut, la más larga de la guerra, como crucial para agotar a las fuerzas enemigas e impedirle avanzar en otros lugares de un frente de 1.000 kilómetros (620 millas).
Yevgeny Prigozhin, el millonario propietario del Grupo Wagner, la firma militar privada que ha liderado la ofensiva rusa en Bájmut, afirmó que las fuerzas ucranianas habían quedado recluidas a un espacio de dos kilómetros cuadrados (menos de una milla cuadrada) en el oeste de la ciudad. No era posible verificar su afirmación de forma independiente.
Blogueros militares rusos especularon con una contraofensiva ucraniana acompañada de una serie de ataques de drones contra muchos lugares distintos.
Medios rusos identificaron el dron caído cerca de Moscú como un UJ-22 Airborn de fabricación ucraniana. La aeronave fue encontrada el domingo por un residente. Según medios, el dispositivo se estrelló tras quedarse sin combustible o golpear un árbol. Llevaba 17 kilos (37 libras) de explosivos, añadieron.
El UJ-22 es un pequeño dron de reconocimiento que puede llevar unos 20 kilos (44 libras) de explosivos y tiene una autonomía de hasta 800 kilómetros (unas 500 millas) de vuelo.
El mes pasado se encontró otro dron en Schchelkovo, unos 15 kilómetros al nordeste de Moscú. Las autoridades sospechaban que también esa aeronave, que no llevaba explosivos, había llegado desde Ucrania.
Un dron pesado ucraniano U-141 Strizh explotó en marzo en la ciudad de Kireyevsk, en la región de Tula, unos 200 kilómetros al este de Moscú. El ataque hirió a tres personas, dejó un enorme cráter y dañó varios edificios. El Ministerio ruso de Defensa dijo que el dron había sido derribado por defensas antiaéreas.
Las autoridades rusas han dicho que Ucrania emplea los drones de fabricación soviética Tu-141, que tienen una autonomía de unos 1.000 kilómetros, para atacar instalaciones en Rusia. En diciembre, esos modelos atacaron dos bases aéreas rusas para bombarderos de largo alcance con capacidad nuclear. El Ministerio ruso de Defensa dijo que los drones habían sido derribados, pero reconoció que la metralla había dañado algunas aeronaves y matado a varios militares.
Las autoridades también reportaron en febrero el hallazgo de un dron ucraniano en un bosque cerca de Gubastovo, en la región de Kolomna, unos 80 kilómetros al sureste de Moscú. El dron cayó cerca de una importante planta de bombeo de gas natural, su objetivo aparente.
Otro dron explotó en febrero en un bosque cerca de Kaluga, unos 150 kilómetros al sureste de Moscú, sin dejar heridos.
En Ucrania, la oficina presidencial dijo que al menos cuatro civiles habían muerto y otros 13 resultaron heridos en los ataques rusos de las últimas 24 horas. Dos personas murieron en Bájmut y otras dos en la sureña ciudad de Jersón.