Rusia
El ambicioso, pero fallido, intento de Rusia de regresar a la Luna después de casi medio siglo ha expuesto los enormes desafíos que enfrenta el otrora orgulloso programa espacial de Moscú.
La destrucción de la sonda robot Luna-25, que se estrelló contra la superficie lunar el fin de semana, refleja los problemas endémicos que han perseguido a la industria espacial rusa desde el colapso de la Unión Soviética en 1991, y que incluyen la pérdida de tecnologías clave en el colapso industrial postsoviético, el impacto devastador de las recientes sanciones occidentales, una enorme fuga de cerebros y una corrupción generalizada.