China
Equipos de rescate buscaban el lunes a siete desaparecidos en un alud de tierra provocado por las lluvias torrenciales, mientras los empleadores en buena parte de China recibían orden de limitar los trabajos al aire libre debido a las abrasadoras temperaturas, en medio de una racha de olas de calor, inundaciones y sequías en el país.
Los rescatistas buscaban sobrevivientes de un deslave el sábado que sepultó una zona donde se construía una autopista y mató al menos a una persona en la ciudad central de Yichang, en la provincia de Hubei. Cinco personas resultaron heridas, según la agencia oficial de noticias Xinhua, que citó al vicealcalde ejecutivo de Yichang, Ye Yang.
En otros lugares, la agencia meteorológica emitió una alerta naranja por calor, la segunda más alta, en el sur de China y buena parte del norte y el nordeste.
Se esperaban temperaturas por encima de los 40 grados Celsius (104 Fahrenheit) en Beijing, la capital, así como en el centro de China y hasta la costa sureste. Las previsiones eran de entre 37 y 39 grados C (de 99 a 102 F) en zonas de la populosa provincia de Sichuan, en el suroeste. En otros lugares como la mayoría del norte de China, el resto de Sichuan y buena parte del sur se esperaban temperaturas por encima de los 35 C (95 F).
La alerta naranja requiere que los empleadores hagan las labores al aire libre lo más breves posibles. Sin embargo, repartidores de restaurantes y comercios seguían trabajando.
Se habían reportado dos muertes asociadas al calor en Beijing. Un guía turístico falleció tras desmayarse el fin de semana pasado en el Palacio de Verano, un jardín de la era imperial, mientras que una mujer murió el mes pasado por un golpe de calor.
El Ministerio de Agricultura advirtió el domingo de que el persistente clima cálido podría dañar las cosechas de arroz. Indicó que las autoridades locales debían asegurarse de que las plantaciones de arroz tenían agua suficiente para evitar una maduración prematura de la cosecha.
Mientras tanto, decenas de miles de personas expulsadas de sus hogares por las inundaciones se trasladaron a refugios en el norte, centro y sureste de China.
Algunas zonas, como la populosa provincia de Hebei, que rodea Beijing, emitieron una alerta roja el domingo, la más alta en la escala de avisos por temperatura. Eso requiere que se detengan los trabajos al aire libre y obliga a las autoridades a tomar medidas para proteger a la población.
Los residentes en algunas ciudades han acudido a los refugios antiaéreos para buscar cobijo del calor.
La temperatura media de la Tierra batió un nuevo récord no oficial el jueves, el tercero registrado en la semana más cálida de la que se tiene registro.