BERLÍN — Activistas climáticos llevaron a cabo su 10mo día consecutivo de protestas en Berlín con cortes de carreteras clave coincidiendo con la hora punta, lo que paralizó parte de la capital de Alemania.
Miembros del grupo Last Generation se pegaron al asfalto, lo que provocó largos atascos para quienes entraban a la ciudad. El colectivo quiere llamar la atención sobre la amenaza que supone el calentamiento global y la necesidad de que los gobiernos refuercen sus medidas para frenar la emisión de gases de efecto invernadero.
En un cruce en el norte de la capital, muchos conductores esperaron pacientemente a que la policía despejara la carretera, aunque algunos lanzaron insultos como "terroristas" o "escoria" a los activistas. Varios peatones aplaudieron a los manifestantes y uno les ofreció comida y agua.
Last Generation ha reconocido que sus protestas son provocadoras, pero alega que crear fricción puede fomentar el debate sobre el cambio climático en la sociedad.
"Seguro que están quienes nos insultan o critican", señaló el activista Theodor Schnarr. "Pero tengo la sensación de que cada vez más gente se nos acerca en la calle y nos dice que creen que esto es algo bueno".
Schnarr apuntó que el grupo cree que las protestas disruptivas pero pacíficas están justificadas debido a la enormidad de la crisis climática y la necesidad urgente de atajarla.
"Tenemos todas las soluciones. El gobierno alemán solo tiene que aplicarlas", afirmó.
Pero Frank Silzle, un conductor que se vio afectado por los cortes, dijo que aunque está de acuerdo con los objetivos del grupo, discrepa de sus tácticas.
"Creo que, al final, lo que están haciendo es contraproducente", afirmó Silzle. "Entiendo perfectamente su causa, pero la forma en la que lo están haciendo está provocando, lamentablemente, una reacción contraria dentro de la población que es muy muy perjudicial para la causa".
Algunos políticos alemanes han pedido que se endurezcan las medidas policiales y las sentencias contra los activistas. Hasta ahora, la mayoría de los tribunales los han absuelto o les impusieron multas, aunque tres miembros de Last Generation fueron sentenciados recientemente a entre tres y cinco meses de prisión en el sur del país.
El grupo planea reunirse con el ministro de Transporte la próxima semana para discutir sus demandas, que incluyen la aplicación de un límite de velocidad universal en las autopistas alemanas. Según los expertos, esta sería una forma rápida y barata de reducir las emisiones.