WASHINGTON. — El presidente Joe Biden ha revelado una propuesta largamente esperada para realizar cambios en la Corte Suprema de Estados Unidos, en la que pide al Congreso que establezca límites de mandato y un código de ética ejecutable para los nueve jueces de la corte. También presiona a los legisladores para ratificar una enmienda constitucional que limite la inmunidad presidencial.
- La Casa Blanca detalló el lunes los contornos de la propuesta judicial de Biden, que parece tener pocas posibilidades de ser aprobada por un Congreso estrechamente dividido a solo 99 días de la jornada electoral.
Aun así, los demócratas esperan que ayude a centrar la atención de los votantes para considerar sus opciones en una elección reñida. La virtual candidata demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris, quien ha tratado de enmarcar su carrera contra el expresidente republicano Donald Trump como "una elección entre la libertad y el caos", dijo que la imparcialidad de la corte ha sido puesta en duda tras decisiones recientes.
La Casa Blanca trata de aprovechar la creciente indignación entre los demócratas sobre el tribunal máximo, el cual tiene una mayoría conservadora de 6-3 y ha emitido opiniones que anularon decisiones históricas sobre el derecho al aborto y los poderes regulatorios federales que habían estado vigentes durante décadas.
Los liberales también han expresado su consternación por revelaciones sobre lo que dicen son relaciones y decisiones cuestionables de algunos miembros del ala conservadora de la corte que sugieren que su imparcialidad está comprometida.
"Tengo un gran respeto por nuestras instituciones y la separación de poderes", argumenta Biden en un artículo de opinión del periódico The Washington Post publicado el lunes. "Lo que está sucediendo ahora no es normal y socava la confianza del público en las decisiones de la corte, incluidas las que afectan las libertades personales. Ahora estamos en un punto de ruptura".
Harris emitió más tarde una declaración en la que dice que el pueblo estadounidense debe tener confianza en la Corte Suprema, que ahora plagada de escándalos éticos y decisiones que revocan precedentes establecidos desde hace mucho tiempo. Agrega que las reformas propuestas "ayudarán a restaurar la confianza en la Corte, fortalecerán nuestra democracia y garantizarán que nadie esté por encima de la ley".
El presidente planea hablar sobre su propuesta más tarde el lunes durante un discurso en la Biblioteca Presidencial LBJ en Austin, Texas, para conmemorar el 60 aniversario de la Ley de Derechos Civiles.
Biden pide que se eliminen los nombramientos vitalicios para el tribunal máximo. Dice que el Congreso debería aprobar una legislación para establecer un sistema en el que el presidente en funciones designe a un juez cada dos años para que pase 18 años en servicio en la corte. Sostiene que los límites de mandato ayudarían a garantizar que la membresía de la corte cambie con cierta regularidad y agrega una medida de previsibilidad al proceso de nominación.
También quiere que el Congreso apruebe una legislación que establezca un código de ética judicial que requiera que los jueces revelen los obsequios que reciben, se abstengan de la actividad política pública y se recusen de los casos en los que ellos o sus cónyuges tengan conflictos de intereses financieros o de otro tipo.
Biden también pide al Congreso que apruebe una enmienda constitucional que revierta el reciente fallo histórico de la Corte Suprema sobre inmunidad que determinó que los expresidentes tienen amplia inmunidad de enjuiciamiento.
Esa decisión extendió la demora en el caso penal de Washington contra Trump por cargos de que conspiró para revocar su derrota electoral presidencial de 2020, y prácticamente acabó con las perspectivas de que el expresidente sea juzgado antes de las elecciones de noviembre.
Las encuestas indican que los estadounidenses apoyan limitar el tiempo que los jueces sirven en el tribunal más importante del país. El verano pasado, una encuesta de The Associated Press y NORC Center for Public Affairs Research encontró que el 67% de los estadounidenses, incluido el 82% de los demócratas y el 57% de los republicanos, apoyan una propuesta para establecer un número específico de años que los jueces sirvan en lugar de que sean cargos vitalicios.
Los primeros tres jueces que potencialmente se verían afectados por los límites de mandato son de derecha. El juez Clarence Thomas lleva en la corte casi 33 años. El presidente de la Corte Suprema, John Roberts, ha servido durante 19 años, y el juez Samuel Alito, durante 18.
Los jueces del tribunal de última instancia sirvieron un promedio de 17 años desde su fundación hasta 1970, informó Gabe Roth, director ejecutivo del grupo Fix the Court (Reparar la Corte). Desde 1970, el promedio ha sido de unos 28 años. Tanto los políticos conservadores como los liberales han apoyado los límites de mandato.
"Si los jueces tienen tanto poder, entonces deberían ser individuos que reflejen a Estados Unidos como es actualmente, no el Estados Unidos de hace 30 o 40 años, con la mano muerta del presidente que los nombró todavía influyendo en la política", agregó Roth.
Un mecanismo de aplicación del código de ética en el máximo tribunal, mientras tanto, podría poner a los jueces del tribunal de máxima instancia más en línea con otros jueces federales que están sujetos a un sistema disciplinario en el que cualquiera puede presentar una queja y hacer que sea revisada. Una investigación puede resultar en censura y reprimenda. La semana pasada, la jueza Elena Kagan pidió públicamente que se creara una forma de hacer cumplir el nuevo código de ética, con lo que se convirtió en la primera jueza en hacerlo.
No obstante, cuando se trata de la Corte Suprema, implementar un mecanismo para hacer cumplir el código de ética no es tan sencillo como parece.
El fiscal general siempre ha tenido la autoridad para sancionar las infracciones de las normas de divulgación financiera y de regalos, pero aparentemente nunca ha utilizado ese poder contra los jueces federales, dijo Stephen Gillers, un experto en ética legal de la Facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York.
Por otra parte, el organismo que supervisa a los jueces de tribunales inferiores está encabezado por Roberts, "quien podría ser reacio a usar cualquier poder que tenga la conferencia contra sus colegas", escribió Gillers en un correo electrónico.
La última vez que el Congreso ratificó una enmienda a la Constitución fue hace 32 años. La 27ma Enmienda, ratificada en 1992, establece que el Congreso puede aprobar un proyecto de ley que cambie el salario de los miembros de la Cámara de Representantes y del Senado, pero tal cambio no puede entrar en vigor hasta después de que se celebren las elecciones de noviembre próximo para la Cámara.
Trump ha criticado la reforma judicial como un intento desesperado de los demócratas de "hacer de árbitro".
"Los demócratas están intentando interferir en la elección presidencial y destruir nuestro sistema de justicia atacando a su Oponente Político, YO, y a nuestra Honorable Corte Suprema. Tenemos que luchar por nuestros Tribunales Justos e Independientes y proteger a nuestro País", publicó Trump en su sitio Truth Social este mes.
Las dudas sobre la ética de la corte han aumentado después de revelaciones sobre algunos de los jueces, como que Thomas aceptó viajes de lujo de un megadonante republicano.
La jueza Sonia Sotomayor, quien fue designada durante el gobierno de Obama, ha enfrentado escrutinio después de que se supo que su personal a menudo incitaba a las instituciones públicas que la recibían a comprar copias de su autobiografía o de sus libros infantiles.
Alito rechazó los llamados para apartarse de los casos de la Corte Suprema que involucran a Trump y a los acusados de la insurrección del 6 de enero de 2021, a pesar de una polémica por banderas exhibidas en sus casas que algunos creen que sugieren simpatía hacia quienes enfrentan cargos por asaltar el Capitolio de Estados Unidos para mantener a Trump en el poder. Alito dice que su esposa colocó las banderas.
Los demócratas manifiestan que el esfuerzo de Biden ayudará a poner bajo la luz las decisiones recientes del tribunal máximo, incluido el fallo de 2022 que elimina las protecciones constitucionales de las mujeres para el aborto por parte de la corte de mayoría conservadora que incluye a tres jueces designados por Trump.
El anuncio marca una evolución notable para Biden, quien como candidato se había mostrado cauteloso ante los llamados a reformar la Corte Suprema. Pero a lo largo de su presidencia ha expresado cada vez más su creencia de que el tribunal de última instancia del país ha abandonado la interpretación constitucional convencional.
La semana pasada, anunció durante un discurso en la Oficina Oval que buscaría la reforma de la Corte Suprema durante sus últimos meses en el cargo, lo que calificó de "crucial para nuestra democracia".