La vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, dio a conocer con entusiasmo una novedad diplomática el pasado 21 de junio: que su gobierno entabló relaciones diplomáticas con el Pueblo del Emirato Islámico de Afganistán, es decir, con los talibanes, que en agosto de 2021 tomaron el control de Kabul, después que las tropas internacionales, encabezadas por Estados Unidos, despegaron de ese país, dejando escenas de desesperación y terror ante la reconquista del grupo fundamentalista.
El régimen de Daniel Ortega –y su esposa– convierte de esta manera a Nicaragua en el único país de occidente que reconoce al régimen talibán. "Tenemos, compañeros, la presentación de cartas de estilo, ya programadas para nuestro compañero Michael Campbell, quien ha recibido del compañero Habaitullah Akhundzada, primer ministro del Emirato Islámico de Afganistán, el nombramiento que agradecemos, como embajador no residente de nuestra Nicaragua, concurrente desde Beijing, República Popular China", dijo Murillo.
Campbell sería, hasta ahora, el segundo embajador designado por un país en el mundo para reconocer a las autoridades de facto de Afganistán desde el fin de la guerra y la caída del gobierno democrático. Hasta la fecha, solo China ha designado un embajador para Kabul. "El Ministerio de Relaciones Exteriores considera un paso positivo el establecimiento de relaciones diplomáticas con la República de Nicaragua y espera que se sigan ampliando las relaciones bilaterales en áreas de interés mutuo", expresaron los talibanes en un comunicado. "El Ministerio de Relaciones Exteriores afgano ha dado instrucciones a la embajada del Emirato Islámico de Afganistán en China para que mantenga estrechas relaciones con la embajada de Nicaragua en Pekín", remarcaron.
LAMENTABLE"Típico, pero lamentable", el principal encargado del Departamento de Estado de Estados Unidos para Latinoamérica, Brian Nichols, calificó de "lamentable" la decisión de abrir relaciones diplomáticas con los talibanes. "Típico, pero lamentable", resaltó. "¿Qué puede decir uno?", se preguntó en Asunción, Paraguay, donde el funcionario participa en la Asamblea General de la OEA.
Los críticos y opositores nicaragüenses insisten que estos virajes diplomáticos de los Ortega-Murillo exponen al país a más sanciones internacionales por las diversas implicaciones, en especial el de la migración irregular que, desde 2021, encuentra en el aeropuerto de Managua un trampolín para llegar a Estados Unidos. Washington reportó hace dos semanas que ocho terroristas originarios de Tayikistán fueron capturados en las ciudades de Nueva York, Los Ángeles y Filadelfia. Se sospecha que los hombres tienen conexiones con el grupo terrorista ISIS.
"Es una amenaza real para Estados Unidos (...) Nicaragua ha recibido en los últimos 12 meses más de 1,000 vuelos con migrantes de Libia, Tayikistán, Uzbekistán y una docena de países con regímenes totalitarios o terroristas. Afganistán podría recibir incluso libre visado", advirtió McFields.