Las fuerzas israelíes mataron a tres palestinos en el norte de la Cisjordania ocupada el viernes, en el tercer día de su operación a gran escala en el territorio, dijeron las autoridades sanitarias palestinas.
Los soldados israelíes identificaron y mataron a un insurgente llamado Waseem Hazem mientras conducía, explicó el ejército. Cuando las otras dos personas que iban en el auto, a quienes identificó también como insurgentes, trataron de huir, las tropas los abatieron en un ataque aéreo, agregó.
El Ministerio de Salud palestino dijo que el incidente se produjo en Zababdeh, una localidad al sur de la ciudad de Yenín, pero no confirmó de inmediato la identidad de los fallecidos.
Israel sostiene que el objetivo de las redadas en el norte de Cisjordania —en las que han fallecido un total de 19 personas desde la madrugada del miércoles — es erradicar la insurgencia en el conflictivo territorio y evitar atentados contra ciudadanos israelíes. Los palestinos las ven como una ampliación de la guerra en la Franja que busca perpetuar el dominio militar ejercido por Israel desde hace décadas.
Hamás afirmó que al menos 10 de los muertos eran combatientes del grupo.
Más de 663 palestinos han muerto por fuego israelí en Cisjordania desde el inicio de los combates en Gaza, de acuerdo con el Ministerio de Salud palestino, en su mayoría en operaciones israelíes en ciudades y localidades palestinas. Los ataques a la población israelí del territorio también se han incrementado.
Israel capturó Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este en la Guerra de los Seis Días de 1967. Los palestinos quieren esos tres territorios para su futuro Estado.
Los tres millones de palestinos de Cisjordania viven bajo un régimen militar israelí aparentemente indefinido, mientras que la Autoridad Palestina, que está respaldada por Occidente, administra ciudades y pueblos. Más de 500.000 colonos judíos, que tienen nacionalidad israelí, viven en más de 100 asentamientos repartidos por todo el territorio y que la mayor parte de comunidad internacional considera ilegales.
Las redadas israelíes se han centrado en campamentos de refugiados que datan de la guerra árabe-israelí de 1948 que rodeó la creación de Israel, en la que unos 700.000 palestinos huyeron o fueron expulsados de lo que hoy es Israel. Muchos de los campamentos son feudos insurgentes.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, pidió el jueves el cese inmediato del operativo israelí en Cisjordania e instó al gobierno de Israel a proteger a los civiles.
La guerra en Gaza estalló el 7 de octubre, cuando insurgentes encabezados por Hamás irrumpieron en el sur de Israel y asaltaron bases militares y comunidades agrícolas matando a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y tomando a otras 250 como rehenes. Tras la liberación de la mayoría de los cautivos durante una tregua temporal en noviembre, los insurgentes retienen aún a 108 rehenes, de los que se cree que alrededor de un tercio están muertos.
Israel respondió con una ofensiva que se ha cobrado la vida de más de 40.000 palestinos, de acuerdo con el Ministerio de Salud gazatí, cuyo conteo no distingue entre víctimas civiles y combatientes. Alrededor del 90% de la población de la Franja se ha visto obligada a abandonar sus hogares, la mayoría en varias ocasiones, y las operaciones terrestres y aéreas israelíes han causado una devastación generalizada.
Estados Unidos, Qatar y Egipto llevan meses tratando de mediar un alto el fuego que permita liberar al resto de los rehenes. Pero las conversaciones se han estancado repetidamente ya que el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu promete una "victoria total" sobre Hamás y el grupo insurgente exige un alto el fuego duradero y la retirada total del ejército israelí de la Franja.