PARÍS, Francia.
Bomberos de diversas partes de Europa pasaron apuros para contener un enorme incendio forestal en Francia que ha arrasado con una gran extensión de bosques, mientras que Alemania y Polonia se enfrentaban a una muerte masiva de peces en un río que fluye entre ambas naciones.
Europa sufre una intensa ola de calor y sequía que ha producido trágicas consecuencias para granjeros y ecosistemas que ya estaban bajo la amenaza del cambio climático y la contaminación.
- En esta imagen proporcionada por la brigada contra incendios de la región de Gironda SDIS 33 se ven bomberos combatiendo las llamas cerca de Saint-Magne, al sur de Burdeos, en el suroeste de Francia
A lo largo del río Óder, que nace en la República Checa y desemboca en el mar Báltico, los voluntarios han estado recolectando peces muertos que llegan a las orillas en Polonia y Alemania.
Piotr Nieznanski, director de conservación en WWF Polonia, dijo que aparentemente una industria vertió una sustancia tóxica en el agua, y los bajos niveles del río a causa de la sequía han hecho que las condiciones para los peces sean todavía más peligrosas.
“Está ocurriendo una tragedia a lo largo del río Óder, un río internacional, y no hay información transparente de lo que está sucediendo”, dijo, mientras pedía una investigación de parte de las autoridades gubernamentales.
A las personas que habitan a lo largo del río se les ha recomendado no nadar en sus aguas o siquiera tocarlas.
El organismo gubernamental de manejo de recursos hídricos de Polonia dijo que la sequía y las altas temperaturas pueden provocar que incluso los pequeños niveles de polución resulten en desastres ecológicos, pero no ha identificado la fuente de contaminación.
En el norte de Serbia, el lecho seco del embalse Conopljankso ahora está cubierto de peces muertos que no pudieron sobrevivir la sequía.
Corre riesgo nivel de agua en ríoEl nivel de agua a lo largo del río Rin en Alemania corría el riesgo de caer a un nivel tan bajo que dificulte el traslado de productos, incluyendo artículos de tal importancia como carbón y combustible.
En Italia, que sufre de su peor sequía en siete décadas, el reseco río Po provocaba miles de millones de euros en pérdidas a los agricultores, que por lo general dependen del río más largo del país para regar sus campos.
“Soy joven y no recuerdo nada parecido, pero incluso los ancianos de mi pueblo y de otros poblados cercanos nunca habían visto algo como esto, nunca”, comentó Antonio Cestari, un granjero de 35 años de Ficarolo, quien prevé producir sólo la mitad de su cosecha habitual de maíz, trigo y soya debido a los bajos niveles en los pozos.
El Po se extiende 652 kilómetros (405 millas) desde la ciudad de Turín, en el noroeste del país, hasta Venecia. Tiene decenas de afluentes, pero el norte de Italia no ha recibido lluvias en varios meses y las nevadas de este año se redujeron en un 70%. Esto también está amenazando el suministro de agua potable en un país densamente poblado con distritos sumamente industrializados.