- CHARLESTON, Carolina del Sur
La republicana Nikki Haley lanzó su campaña presidencial, apostando a que su trayectoria como mujer y persona de color que fue gobernadora de un estado del sur antes de representar a Estados Unidos en la escena mundial puede superar el apoyo arraigado que goza su antiguo jefe, el expresidente Donald Trump.
Haley, que fue gobernadora de Carolina del Sur y embajadora a las Naciones Unidas, apareció por primera vez en público como aspirante a la Casa Blanca en la ciudad histórica de Charleston, sobre la costa atlántica, presentándose como representante de un cambio generacional capaz de recuperar la presidencia para su partido.
“Si están cansados de perder, confíen en una nueva generación”, dijo Haley.
Destacó su experiencia en la ONU, su origen como hija de inmigrantes indios y habló en términos esperanzados sobre el futuro del país. “Créanme”, dijo, “Estados Unidos no es un país racista”.
Intentó hacer un alarde de fuerza en su estado natal, donde se realiza una de las primeras primarias que influye sobre la candidatura republicana. El representante Ralph Norman, que habló antes que ella y a quien Trump respaldó en las elecciones al Congreso de 2022, fue el primero de su estado en darle su respaldo público.
Algunos cientos de personas ocuparon una estructura de techo metálico y sin paredes conocida como “el cobertizo”, adyacente al centro de recepción de visitantes a Charleston, desde una hora antes del discurso. La multitud portaba carteles de campaña y banderas estadounidenses, y escuchaba música de una fila de parlantes.
El martes, Haley difundió un video en el que declaró su candidatura, la primera de una figura de primera línea que desafía a Trump, y que difícilmente será la última. El gobernador de Florida, Ron DeSantis, el ex vicepresidente Mike Pence y el exsecretario de Estado Mike Pompeo previsiblemente lo harán en los próximos meses. El senador por Carolina del Sur Tim Scott podría ser otro de los rivales.
En los inicios de la campaña por las primarias, la gran pregunta es si alguno será capaz de desplazar a Trump al frente de un partido transformado por él en la campaña de 2016. Mantiene el apoyo de una amplia base de votantes con un peso significativo en la primaria, aunque algunos dirigentes lo culpan por el desempeño mediocre en las elecciones de medio término. Tal como sucedió en 2016, la multiplicidad de aspirantes podría favorecer a Trump y permitirle ganar la candidatura dada las divisiones del voto entre sus opositores.
Haley, de 51 años, apenas aludió al expresidente de 76 años, al decir que la nombró embajadora a la ONU.