SAN DIEGO, California.- La indignación por los homicidios de personas afroamericanas en Estados Unidos persiste.
De acuerdo con la organización Mapa de la violencia policial, en la Unión Americana una persona de color tiene 2.9% más probabilidades de morir por disparos de agentes del orden que una blanca.
La disparidad es más notable al ver que los afroamericanos representan sólo el 12% de la población nacional y los anglosajones son 65.85.
La polémica se avivó tras el caso de Sonya Massey, una mujer afroamericana de 36 años de edad que murió a manos de la policía.
Massey llamó al número telefónico de emergencias para reportar que alguien merodeaba por su casa en Illinois.
Pero uno de los oficiales que respondieron al llamado, sin buscar a algún sospechoso, mató de tres disparos a la misma mujer que había solicitado ayuda.
Resulta que cuando dos agentes se presentaron a la puerta de Massey, la mujer había puesto a hervir agua en una olla, los oficiales se enfocaron en cuestionar durante casi media hora a la mujer.
Los uniformados nunca revisaron si alguien en verdad merodeaba, y cuando Massey fue a apagar el agua y a retirar la olla el agente Sean Grayson la mató.
Massey había tomado la olla para retirarla de la hornilla caliente y el agente le ordenó soltarla.
La mujer, practicante de la religión cristiana, le respondió "Yo te conmino en el nombre de Jesús", una forma de decir al sheriff que no se preocupara.
Pero cuando ella levantaba las manos, todavía sin soltar la olla, el oficial le disparó.
Luego reportó que fue en defensa propia, sin embargo, el video de su cámara corporal reveló que no había amenaza.
Tan es así, que en lo que va de este año las agencias del orden han matado con disparos de arma a 872 personas.
Es decir, en promedio cada semana la policía mata a 25 personas.
Otros ciudadanos resultan heridos en esos casos que terminan como sospechosos detenidos y acusados de delitos que no cometieron.
Solamente diez de los 244 días que han transcurrido este año han tenido saldo blanco en muertes con armas de fuego a manos de policías.
En contraste, en lo que va del año, la mayor cifra de homicidios a manos de agentes de seguridad es de seis en un solo día.
Se han registrado incidentes en los 50 estados de la Unión Americana, según Mapa de la violencia policial.
La muerte de Massey, la medianoche del 6 de julio, indignó a la comunidad de Springfield, y conforme se corrió la voz, molestó a la comunidad afroamericana en todo el territorio nacional.
Es otra muerte de una persona de color a manos de un agente blanco que, como en otros muchos casos, reporta alguna excusa después de disparar a una persona negra.
Una investigación de la Policía Estatal de Illinois sobre la muerte de Sonya Massey rechazó la conclusión de que Grayson hizo un uso justificado de la fuerza mortal, reveló la cadena CNN.
El agente fue acusado de tres cargos de asesinato (homicidio calificado) y un cargo cada uno de agresión agravada con un arma de fuego y mala conducta oficial.