LIBREVILLE, Gabón.— El nuevo líder militar de Gabón prestó juramento como jefe de Estado, menos de una semana después de derrocar al presidente cuya familia había gobernado la nación centroafricana durante más de cinco décadas.
JURAEl general
prestó juramento en el palacio presidencial frente a una sala abarrotada y bulliciosa de funcionarios gubernamentales, militares y líderes locales en la capital, Libreville. Oligui es primo del derrocado presidente Ali Bongo Ondimba, fue guardaespaldas de su difunto padre y es jefe de la guardia republicana, una unidad militar de élite.
- Hablando entre aplausos y ovaciones de pie el lunes, Oligui dijo que los militares tomaron el poder sin derramamiento de sangre y prometió devolver el poder al pueblo organizando elecciones libres, transparentes y creíbles.
"Con el nuevo gobierno, formado por gente con experiencia, vamos a darles a todos la oportunidad de tener esperanza", afirmó.
Los soldados amotinados que derrocaron a Bongo la semana pasada señalaron que se corría el riesgo de que él llevara al país al caos y luego designaron "unánimemente" a Oligui presidente del comité de transición. Bongo, presidente durante 14 años, fue derrocado horas después de ser declarado ganador de una votación que fue ampliamente considerada plagada de irregularidades y falta de transparencia.
La rápida toma de posesión de Oligui creará percepciones de legitimidad y consolidará su poder para disuadir a posibles oponentes de desafiar su gobierno, indicó Maja Bovcon, analista senior de Verisk Maplecroft, una firma de evaluación de riesgos.
"También es probable que sea un medio para restaurar la confianza de los inversores transmitiendo el mensaje de que no perderán el tiempo en volver a las reglas democráticas y de negocios habituales", dijo. Sin embargo, el hecho de que Oligui planee reformar la Constitución y el código electoral significa que el período de transición probablemente llevará meses o años.
La antigua colonia francesa es miembro de la OPEP, pero su riqueza petrolera se concentra en manos de unos pocos. Sus ingresos por exportaciones de petróleo fueron de 6.000 millones de dólares en 2022, según la Administración de Información Energética de Estados Unidos.