ZHUOZHOU, Hebei — Los restos del tifón Doksuri han golpeado durante los últimos días la capital de China, que registró sus lluvias más intensas en al menos 140 años.
La ciudad recibió 744,8 milímetros (29,3 pulgadas) de lluvia entre el sábado y el miércoles por la mañana, según dijo el miércoles la Oficina de Meteorología de Beijing.
Beijing y la provincia vecina de Hebei han registrado graves inundaciones, en las que el agua ha alcanzado niveles peligrosos. Las lluvias en la capital y alrededores destruyeron carreteras, provocaron cortes de luz y rompieron tuberías de agua potable. Varios ríos en torno a la capital se desbordaron, anegaron autos y arrastraron vehículos hasta puentes peatonales.
Equipos de rescate se desplegaban el miércoles por las ciudades en el norte del país mientras trabajadores del gobierno iniciaban las reparaciones.
Una de las zonas más afectadas era Zhuozhou, una pequeña ciudad en la provincia de Hebei que limita con el suroeste de Beijing. En un mensaje el martes por la noche en la red social Weibo, la policía local pidió lámparas para asistir con las labores de rescate.
Los rescatistas recorrían la ciudad inundada en botes de goma y evacuaban a gente atrapada en sus casas sin agua corriente, gas ni electricidad desde el martes por la tarde.
"No pensé que fuera tan grave, creí que sólo sería un poco de agua y que retrocedería", dijo Wang Huiying, de 54 años. La mujer pasó la noche en el tercer piso de su edificio mientras el agua se adentraba en el primer piso, donde estaba su tienda de pan al vapor. Toda su maquinaria estaba ahora bajo el agua.
Se desconocía cuánta gente había atrapada en zonas inundadas en la ciudad y los pueblos cercanos. Rescatistas de otras provincias acudieron a la localidad para ayudar en las evacuaciones.
"Tenemos que aprovechar cada segundo, cada minuto para salvar gente", dijo Zhong Hongjun, de 48 años y que dirigía un equipo de rescate de la provincia costera de Jiangsu. Zhong dijo que llevaba trabajando desde las dos de la madrugada, cuando habían llegado, y esperaba seguir hasta la noche. Su equipo había rescatado a unas 200 personas por el momento. "Mucha de la gente a la que salvamos eran ancianos y niños".
El agua en el condado Gu'an de Hebei, que limita con Zhuozhou, llegaba el miércoles por la mitad de un poste con una cámara de vigilancia.
Liu Jiwen, de 58 años y residente en el condado de Gu'an, fue evacuado de su pueblo el martes por la noche. "No podemos hacer nada. Es un desastre natural", dijo.
Otras dos personas intentaban atravesar zonas inundadas para rescatar a un familiar atrapado en un poblado cercano.
Casi 850.000 personas han sido desplazadas, según las autoridades locales en la provincia de Hebei.
El número de muertes confirmadas por los aguaceros en Beijing y alrededores subió el miércoles a 21 después de que se encontrara el cuerpo de una rescatista. Wang Hong-chun, de 41 años, estaba con otros rescatistas en un bote de goma que volcó en un río que fluía a gran velocidad. Cuatro de sus compañeros sobrevivieron.
Al menos 26 personas seguían desaparecidas.El récord anterior de precipitaciones era de 1891, según indicó la Oficina Meteorológica de Beijing en su cuenta oficial en Weibo, cuando se registraron 609 milímetros (24 pulgadas) de lluvia. Los primeros registros precisos realizados con máquinas son de 1883.
Las lluvias récord de Doksuri, que ya ha perdido la categoría de tifón, podrían no ser las últimas. Se esperaba que el tifón Khanun, que azotaba Japón el miércoles, se dirigiera hacia China esta semana. La poderosa tormenta, con vientos en superficie de hasta 180 kilómetros por hora (111 millas por hora) podría golpear también Taiwán antes de llegar a China.
Miles de personas fueron evacuadas a refugios en escuelas y otros edificios públicos en los suburbios de Beijing y ciudades cercanas. El gobierno central destinó 44 millones de yuanes (6,1 millones de dólares) para alivio de desastres en las provincias afectadas.
La gravedad de las inundaciones tomó a la capital china por sorpresa. Beijing suele tener veranos secos, aunque este año pasó por unos días de calor récord.