WASHINGTON, D.C.- Kamala Harris y Donald Trump dijeron tanto con el rostro como con las palabras durante el debate del martes en la contienda por la presidencia de Estados Unidos.
De conformidad con las normas del debate, sus micrófonos estuvieron apagados, salvo cuando era su turno de hablar. Por lo tanto, el lenguaje corporal de los dos adquirió una importancia descomunal.
Harris, en particular, se apoyó en la comunicación no verbal, sumamente al tanto de que cada una de sus reacciones estaba siendo transmitida al mundo, "hablándole" a la audiencia incluso cuando era el turno de Trump. Las cadenas de televisión mostraron una pantalla dividida con imágenes de ambos candidatos a la presidencia durante gran parte del debate.
En varias ocasiones, la candidata demócrata se vio divertida o desconcertada por lo que fuera que Trump estaba declarando, como si ella estuviera diciendo sin palabras que el republicano mentía. Algunas veces puso los dedos debajo de la barbilla con los ojos muy abiertos y la cabeza inclinada. En otras rió.
Trump frunció el ceño algunas veces, en otras sonrió secamente. Sus ojos mostraban enojo o molestia, tal vez incluso aburrición en ocasiones. Rara vez volteó a ver a Harris cuando ella hablaba, sino que miraba a las cámaras o a los moderadores de ABC News.
Cuando era el turno de hablar de los candidatos, Trump y Harris hicieron gestos con las manos, los cuales ya les son familiares a los estadounidenses, que han pasado mucho tiempo viéndolos.