Muchos en el estado de Benue, conocido como la “despensa" del país, se encuentran ahora en la inusual situación de armar los semilleros para la próxima campaña cuando deberían estar recogiendo la cosecha actual.
“El tipo de sufrimiento que estamos pasando ahora es terrible", afirmó Enoch refiriéndose a las inundaciones, que son las peores registradas en Nigeria en más de una década tras dejar más de 600 muertos y de obligar a 1,3 millones de residentes a abandonar sus casas.
Un promedio de lluvias superior al habitual y las devastadoras crecidas han afectado este año a cinco millones de personas en 19 naciones en el centro y el oeste de África, según un nuevo reporte de situación del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas.
En Chad, el gobierno declaró esta semana el estado de emergencia luego de unas inundaciones que afectaron a más de un millón de personas.
“Esta catástrofe resultante del cambio climático es una de las más graves que ha conocido la región en años, actuando como un multiplicador de la miseria para las comunidades que ya tienen problemas para subsistir", apuntó el líder interino de Chad, Mahamat Idriss Deby Itno.
El desastre ha empeorado la suerte de esta nación centroafricana que ya atravesaba una crisis alimenticia, dijo Mbaindangroa Djekornonde Adelph, un analista del país.
Nigeria ha reportado al menos 600 decesos mientras que las autoridades en el vecino Níger apuntaron que al menos 192 personas perdieron la vida allí a consecuencia de las tormentas, bien por el derrumbe de sus casas o por ahogamientos.
Las inundaciones han causado ya “un importante incremento en los casos de cólera y otras enfermedades prevenibles en Nigeria”, advirtió el viernes la ONG Comité Internacional de Rescate en un comunicado en el que pidió más recursos para aumentar su respuesta.
Los expertos señalan como culpables a unas lluvias inusuales y a los gobiernos, que no establecieron sistemas de alerta temprana para mejorar la preparación frente a los fenómenos climáticos extremos.
Las inundaciones en África Occidental “se deben principalmente a la negligencia de los gobiernos en asuntos relacionados con el medio ambiente, como el cambio climático, durante cierto tiempo", dijo Ibrahim Raji, un investigador climático centrado en la región. La situación “se reduce a la reticencia del gobierno a abordar los problemas medioambientales".
Mucho antes de las crecidas y de la guerra rusa en Ucrania, la región sufría su peor crisis alimentaria en una década, con más de 27 millones de personas hambrientas, de acuerdo con un reporte publicado en abril por organizaciones internacionales de ayuda.
Chi Lael, vocera del PMA en Nigeria, dijo estar inquieta por la “preocupante temporada de cosechas que se avecina".
Algunos agricultores han perdido cerca del 75% de sus plantaciones del año, dijo Kabir Ibrahim, presidente nacional de la asociación de agricultores local.
Los daños causados por el agua en Nigeria afectan también al ganado en zonas como el estado de Bayelsa, donde Innocent Aluu contó que perdió cerca de 10.000 aves de su granja avícola debido a las crecidas, la mayoría enfermedades transmitidas por el agua.
“Tengo ganas de huir, nadie puede pensar con claridad", señaló un devastado Aluu por teléfono, estimando sus pérdidas en 30 millones de nairas (68.600 dólares).
En el vecino Níger, el agua dejó decenas de miles de desplazados en las regiones de Maradi y Zinder, donde se registraron daños en hogares y cultivos.
Algo similar ocurre en Camerún, donde las crecidas dejaron importantes daños en tierras y viviendas en el norte.
“Las lluvias de este año son excepcionales”, dijo Kousoumna Libaa, experto en clima en el país. “Ha habido precipitaciones sostenidas desde el inicio de la temporada, desde agosto, septiembre e incluso ahora, en octubre, sigue lloviendo”.
Los expertos temen que los daños en las tierras de cultivo incrementen aún más el precio de los alimentos en un momento en que la inflación está ya en máximos históricos. Nigeria y Ghana tienen un 20,7% y un 37%, respectivamente.