CABO CAÑAVERAL, Florida, EE.UU. — El Sol produjo su llamarada más grande en casi dos décadas, pocos días después de que severas tormentas solares azotaron la Tierra y crearon deslumbrantes auroras boreales en lugares no acostumbrados a tener ese espectáculo.
"¡Todavía no ha terminado!", anunció la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA por sus siglas en inglés).
Se trata de la llamarada más grande de este ciclo solar de 11 años, la cual está acercándose a su punto máximo, según la NOAA. La buena noticia es que la Tierra debería estar fuera de la línea de fuego esta vez porque la llamarada estalló en una parte del Sol que se aleja de la Tierra.
El Observatorio de Dinámica Solar de la NASA captó el brillante destello de la llamarada de rayos X. Fue la más fuerte desde 2005, calificada en la escala para estas llamaradas como X8.7.
Bryan Brasher, del Centro de Predicción Meteorológica Espacial de la NOAA en Boulder, Colorado, dijo que podría ser incluso más fuerte después de que los científicos recopilen datos de otras fuentes.
- El fenómeno se produce casi una semana después de llamaradas y eyecciones masivas de plasma coronal que amenazaron con interrumpir el suministro eléctrico y las comunicaciones en la Tierra y en órbita. Una eyección relacionada con la llamarada del martes parecía dirigirse lejos de nuestro planeta, aunque aún se realizan análisis, destacó Brasher.
La NASA dijo que la tormenta geomagnética del fin de semana hizo que uno de sus satélites medioambientales girara inesperadamente debido a la reducción de altitud provocada por el clima espacial, y entrara en un estado de hibernación protector conocido como modo seguro. Además, en la Estación Espacial Internacional, se aconsejó a los siete astronautas permanecer en áreas con fuerte blindaje contra la radiación. La tripulación nunca estuvo en peligro, según la NASA.