Un proyecto de ley bipartidista en el Senado de Estados Unidos sobre la violencia con armas de fuego superó una maniobra obstruccionista republicana, allanando el camino para la respuesta de mayor alcance en el Congreso en décadas a la racha de brutales tiroteos masivos en el país.
Después de años de demoras en los procedimientos por parte del Partido Republicano que descarrilaron los esfuerzos demócratas para frenar las armas de fuego, los demócratas y algunos republicanos decidieron que la inacción del Congreso era insostenible luego de los horribles ataques del mes pasado en Nueva York y Texas. Llevó casi un mes de conversaciones a puertas cerradas, pero un grupo de senadores de ambos partidos logró con un acuerdo de 80 páginas que adopta un movimiento incremental pero impactante.
El proyecto de ley plantea endurecer las verificaciones de antecedentes para los compradores de armas más jóvenes, impediría el acceso a las armas de fuego a más delincuentes de violencia doméstica y ayudaría a los estados a implementar leyes que faciliten a las autoridades retirar las armas a personas consideradas peligrosas. También financiaría programas locales para la seguridad escolar, la salud mental y la prevención de la violencia.
La votación del jueves para poner fin al bloqueo por parte de los senadores republicanos conservadores fue de 65 a 34, cinco más que el umbral de 60 votos necesario. Se espera la aprobación final de la medida de 13.000 millones de dólares para el final de la semana, seguido de una votación en la Cámara de Representantes, que no se sabe cuándo podría darse.
El paquete —presentado en año electoral— estuvo muy por debajo de las restricciones más estrictas que los demócratas han buscado durante años, incluidas las prohibiciones de armas de asalto y cargadores de municiones de alta capacidad utilizados en Buffalo y Uvalde. Sin embargo, el acuerdo permite que los líderes de ambos partidos demuestren a los votantes que saben cómo llegar a un acuerdo.
“Esta no es una panacea para todas las formas en que la violencia armada afecta a nuestra nación”, dijo el líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, demócrata por Nueva York. “Pero es un paso muy atrasado en la dirección correcta… va a salvar vidas”.
“El pueblo estadounidense quiere que se protejan sus derechos constitucionales y que sus hijos estén seguros en la escuela”, dijo por su parte el líder de la minoría en el Senado, Mitch McConnell, republicano por Kentucky, en un guiño al derecho constitucional a portar armas que apoyan muchos votantes conservadores.
La votación del jueves se produjo minutos después de que la Corte Suprema, de tendencia derechista, emitió una decisión que amplía el derecho de portar armas en público. Su fallo anuló una ley de Nueva York que exigía que las personas demostraran la necesidad de portar un arma en público.
La Casa Blanca expresó el apoyo del presidente Joe Biden a la legislación, citando sus visitas a Buffalo y Uvalde después de los tiroteos.
“Las familias entregaron un mensaje simple, que luego el presidente transmitió al pueblo estadounidense: hagan algo”, señala un comunicado.