El brote de COVID-19 que ha confinado prácticamente a todo Shanghái parece ir en declive, con el número de nuevos casos por debajo de 10 mil al día durante el fin de semana.
Las autoridades han comenzado a aliviar de forma limitada un confinamiento en la ciudad que ha alterado la vida de millones de residentes y ha afectado al menos temporalmente a la economía de China. Muchos han estado confinados en sus departamentos durante tres semanas o más. En los primeros días de encierro, reportaron problemas para pedir comida a domicilio y precios más elevados en lo que podían conseguir.