Inflación bajó levemente en EEUU en septiembre

Las medidas respecto a la inflación en Estados Unidos durante septiembre mostraron que el ritmo de los aumentos de los precios sigue desacelerando, aunque a un ritmo lento y desigual

WASHINGTON — Las medidas respecto a la inflación en Estados Unidos durante septiembre mostraron que el ritmo de los aumentos de los precios sigue desacelerando, aunque a un ritmo lento y desigual.

Los precios en Estados Unidos aumentaron un 0,4% de agosto a septiembre, una desaceleración con respecto al mes anterior. El informe del jueves del Departamento de Trabajo también mostró que la inflación anual al consumidor en septiembre se mantuvo sin cambios desde un aumento del 3,7% en agosto.

Y la inflación subyacente disminuyó un poco: Los llamados precios subyacentes, que excluyen los costos volátiles de los alimentos y la energía, subieron un 4,1% en septiembre respecto a 12 meses antes, menos que un ritmo interanual del 4,3% registrado en agosto. Se trata del menor aumento de la medida básica en dos años.

Aún así, mes a mes, los precios siguen subiendo más rápido de lo que es consistente con el objetivo del 2% de la Reserva Federal. Los precios subyacentes aumentaron un 0,3% en septiembre, igual que el mes anterior.

Los economistas y los funcionarios de la Fed han advertido durante mucho tiempo que la inflación probablemente disminuirá de manera irregular y desigual, aunque aún se espera que siga desacelerándose hasta 2024. Los datos de inflación del jueves se dan luego de varios discursos hechos esta semana por funcionarios de la Fed que sugieren que están inclinados a dejar su tasa de interés de referencia sin cambios en su próxima reunión del 31 de octubre al 1 de noviembre.

Las tasas de interés a largo plazo se han disparado desde que las autoridades de la Fed elevaron su tasa clave por última vez en julio. Esas tasas más altas de los bonos a largo plazo han llevado a hipotecas, préstamos para automóviles y préstamos comerciales más caros, una tendencia que podría ayudar a enfriar las presiones inflacionarias sin más aumentos de tasas por parte de la Fed.

Varios factores se han combinado para forzar un aumento de las tasas a más largo plazo. Entre ellos está la aceptación tardía por parte de los mercados financieros de la probabilidad de que la economía se mantenga firme y evite una recesión.