Durante más de 60 días, los libaneses han observado atónitos cómo los ataques israelíes destrozaban edificios, provocando enormes explosiones y columnas de humo en el corazón de la capital y otras ciudades.
Ahora, después de que se alcanzara un alto al fuego esta semana entre Israel y el grupo miliciano Hezbollah, los libaneses están regresando a sus hogares y evaluando los daños.
- En los suburbios del sur de Beirut, una zona conocida como Dahiyeh, cuadras enteras en algunas áreas se han reducido a campos de concreto destrozado donde antes había edificios de gran altura. Un video de The Associated Press captó el momento en que un cohete se estrelló contra un apartamento en Beirut el mes pasado, emitiendo una columna de fuego y chispas.
En la ciudad meridional de Tiro, un imponente banco de humo blanco y negro se elevó desde el centro de la ciudad como un frente de tormenta y flotó sobre el mar Mediterráneo tras el impacto de los misiles. En el pueblo meridional de Flawiyeh, un coche quedó volcado sobre su capó en medio de una arboleda por la fuerza de un ataque.
Israel lanzó su campaña intensificada de bombardeos en Líbano a finales de septiembre, prometiendo paralizar a Hezbollah y detener sus embestidas contra el norte de Israel tras meses de intercambios transfronterizos más limitados entre ambas partes. Esos intercambios comenzaron cuando Hezbollah empezó a disparar cohetes hacia Israel en solidaridad con Hamás tras su ataque el 7 de octubre de 2023.
Los ataques israelíes fueron más intensos en ciudades, pueblos y aldeas alrededor del sur del Líbano y en los suburbios del sur de Beirut, donde Hezbollah tiene la presencia más fuerte. Pero por primera vez en años, el centro de Beirut también fue sacudido regularmente por explosiones.
Más de 1,2 millones de libaneses huyeron de sus hogares durante más de un año de combates, al igual que decenas de miles de israelíes en su lado de la frontera.