CIUDAD DE MÉXICO.- En 2015, el asesinato de Dee Dee Blanchard en Springfield, Misuri, Estados Unidos, conmocionó al revelar una historia de abuso entre madre e hija.
Blanchard, progenitora de Gypsy Rose, fue víctima de un plan tramado por su propia hija. Tras cumplir siete años de condena, Rose está a punto de ser liberada. En una reciente entrevista con "People", compartió sus pensamientos sobre el trágico suceso y si siente arrepentimiento.
El caso, que sirvió de inspiración para la serie "The Act" en 2019, se centra en los abusos sufridos por Gypsy desde los tres meses de edad. Dee Dee la llevó al hospital debido a problemas respiratorios, y tras ser diagnosticada con apnea del sueño, regresó a casa con un dispositivo respiratorio. Sin embargo, la persistente creencia de su madre de que Gypsy padecía una enfermedad más grave la inquietaba.
A los 7 años, Rose empezó a utilizar una silla de ruedas, por lo que Dee Dee comunicó a sus familiares que tenía un trastorno cromosómico. Tras mudarse lejos de su familia, la menor dependía cada vez más de dispositivos médicos, siendo alimentada con una sonda debido a la pérdida de peso y requiriendo oxígeno fuera de casa debido al asma. Su madre inventó múltiples enfermedades, desde ataques epilépticos hasta leucemia, generando así diversas ayudas económicas y patrocinios, incluso viajes a Disneylandia.
Con el tiempo, las mentiras se transformaron gradualmente en abusos físicos y emocionales a medida que Gypsy crecía. No obstante, después de que la joven conociera a Nicholas Godejohn en línea, ambos idearon un plan de escape para Gypsy. Este fue asesinar a Dee Dee. El 12 de junio de 2015, Godejohn apuñaló a la mujer 17 veces mientras dormía.
Posterior al crimen, la pareja huyó a Wisconsin, donde la policía los localizó, revelando así la verdadera situación que Rose sufría. Durante el juicio, la joven obtuvo la simpatía del jurado debido al abuso que sufrió, aceptando finalmente un acuerdo de diez años por asesinato en segundo grado. Nicholas Godejohn fue condenado por asesinato en primer grado y recibió cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Durante el proceso legal, Gypsy Rose declaró en favor de Godejohn, compartiendo la pesadilla que vivió. "No pensé que nadie me creería. Temía a mi madre más que a cualquier otra persona", afirmó.
A pesar de haber expresado en entrevistas en 2018 que se sentía más libre en prisión que con su madre, la perspectiva de Gypsy ha experimentado un cambio reciente.
En la entrevista con "People", Gypsy admitió tener remordimientos por lo sucedido con su madre. Aunque anhelaba liberarse de los abusos mentales y físicos, enfatizó que no se alegra del trágico final de Dee Dee. "Nadie me oirá jamás decir que me alegro de que esté muerta o que estoy orgullosa de lo que hice. Lo lamento todos los días... ella no se merecía eso", expresó.
Gypsy detalló que la desesperación la llevó a solicitar a su pareja que cometiera el asesinato mientras ella estaba en el baño de su casa. También explicó que conspiró contra su madre después de un intento de escape, cuando Dee Dee la encontró y la forzó a regresar a casa, reclamando poder sobre ella. "Puso documentación diciendo que yo era incompetente y que ella tenía un poder sobre mí", reveló.
Además, Gypsy espera que su historia sirva como advertencia para personas en relaciones abusivas, instándolas a buscar otras acciones en lugar del asesinato. Actualmente, está en proceso de perdón hacia su madre. "Es un viaje. Todavía estoy tratando de llegar a un lugar de perdón para ella, para mí y la situación", concluyó.
La situación ha provocado opiniones encontradas, dada la crueldad que Gypsy experimentó y el dolor que su madre sufrió al ser asesinada.