Lima
Pocos imaginan que dentro de una casona de la capital de Perú, en una calle bulliciosa junto a una comisaría, y una tienda de disfraces, se ubica un hospital que incluía un convento y un cementerio que podría contener las momias de los últimos Incas.
El municipio busca restaurar las zonas claves de la capital peruana para que los vecinos conozcan su historia.
En los trabajos arqueológicos recientes los expertos han estado pendientes del eventual hallazgo de las osamentas de al menos tres gobernantes del Imperio Inca -Pachacutec, Huayna Capac y Tupac Yupanqui- que, según documentos históricos confiables, podrían estar enterrados bajo el complejo.
Walde afirmó que en los últimos 200 años hubo varios y fallidos intentos de encontrar esas osamentas.
De acuerdo con cronistas del siglo XVI, las momias fueron enviadas desde Cusco, la capital del Imperio Inca, a Lima para que fueran observadas por el virrey Andrés Hurtado de Mendoza.
Luego de ser vistas por Hurtado las momias fueron llevadas al hospital y posteriormente colocadas bajo tierra. No se sabe si han resistido el paso del tiempo, ni en qué parte se encuentran.
El edificio que albergó al antiguo Hospital Real de San Andrés.