WASHINGTON, Estados Unidos.
Estados Unidos autorizó el miércoles su primera actualización de las vacunas contra el covid-19, con dosis de refuerzo enfocadas en la cepa de ómicron más común en la actualidad. Las inyecciones podrían comenzar en unos días.
La decisión de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) modifica la fórmula de las vacunas fabricadas por Pfizer y su rival Moderna, que ya han salvado millones de vidas. La esperanza es que los refuerzos modificados frenen otra oleada invernal.
Hasta ahora, las vacunas contra el covid-19 se han centrado en la variante original del coronavirus, aunque hayan aparecido mutantes muy diferentes. Las nuevas vacunas de refuerzo en Estados Unidos son combinadas o "bivalentes". Contienen la mitad de la fórmula de la vacuna original y la mitad de la protección contra las versiones más recientes de ómicron, denominadas BA.4 y BA.5, que se consideran las más contagiosas hasta el momento.
La combinación pretende aumentar la protección cruzada contra múltiples variantes"Realmente, esto ofrece la mejor oportunidad de protección", declaró a la AP la jefa de vacunas de Pfizer, Annaliesa Anderson.
Los refuerzos son únicamente para quienes ya recibieron la vacuna regular con las fórmulas originales. Las dosis fabricadas por Pfizer y su socio BioNTech son para las personas de 12 años o más, mientras que las de Moderna son sólo para adultos, siempre y cuando hayan pasado por lo menos dos meses desde su última vacuna. No deben ser usadas como la primera vacuna.
Hay un paso más antes de que comience la campaña de vacunación este otoño: Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) deberán recomendar quiénes deben recibirlas. Un panel de los CDC debatirá el tema el jueves, incluyendo la posibilidad de vacunar primero a la población de alto riesgo.
Estados Unidos ha comprado más de 170 millones de dosis de las dos compañías. Pfizer anunció que podrá entregar 15 millones para finales de la próxima semana.
- Habrá que ver si la población, ya cansada de tantas vacunas, estará dispuesta a subirse la manga otra vez. Apenas la mitad de la población elegible en Estados Unidos se puso la primera dosis de refuerzo, y sólo un tercio de las personas de 50 años o más se pusieron el segundo refuerzo.