Con 93 años a cuestas, el PRI llega a los comicios de este domingo 5 con un semblante de inanición, no sólo por la fuerza que ha venido perdiendo desde 2018 o porque está a punto de ceder a Morena dos de las cuatro gubernaturas que le quedan (Hidalgo y Oaxaca) –sentencian las encuestas–, sino por el escenario de decadencia política de la dirigencia nacional del partido, encabezada por Alejandro Moreno. En este contexto, Dulce María Sauri Riancho, expresidenta del PRI, reflexiona sobre el futuro de su partido, que ha ido perdiendo cuadros que absorbe la 4T. “Morena es como el PRI de la década de los setenta”, adelanta.
Expuesto hasta ahora por cinco conversaciones reveladoras sobre su manera de pensar y operar en asuntos públicos y privados, el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, llegó debilitado, como su partido, a las elecciones del 5 de junio.
En medio de un éxodo de priistas al partido Morena, e inclusive a Movimiento Ciudadano, dos de las cuatro gubernaturas que el PRI conserva se enfilan a la cauda de derrotas que registra desde 2018, cuando aún gobernaba en 20 estados de la República.
Su dirigencia, ausente de la discusión política excepto en coyunturas, como la reforma energética, logró ocupar la agenda de la semana precedente a las elecciones, con la revelación de una llamada entre Moreno Cárdenas y el exgobernador de Chiapas Manuel Velasco, en la cual el también senador del Partido Verde le transmitió un supuesto mensaje del secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández: “Irán con todo” si el PRI no aprobaba la reforma energética.
Para Moreno Cárdenas ese fue el detonador que resultó en una serie de conversaciones publicadas por la actual gobernadora de Campeche, Layda Sansores.
Con esa reorientación del debate sobre el origen y las motivaciones de la filtración de conversaciones, Moreno Cárdenas cerraba el periodo proselitista en seis entidades federativas donde su nonagenario partido termina por jugarse la mitad de su resto, las gobernaturas de Oaxaca e Hidalgo en público distanciamiento de los gobernadores en funciones emanados del PRI.