PARÍS — Opositores al plan del presidente francés Emmanuel Macron de aumentar la edad de jubilación de los 62 a los 64 años realizaron una nueva ronda de protestas para instar al gobierno a retirar el impopular plan. La presión sigue siendo alta pero esta vez acudieron muchas menos personas que en marchas anteriores.
Las marchas a nivel nacional, la segunda ronda de protestas en cuatro días y la séptima desde enero, fueron apuntaladas por huelgas que se llevan a cabo en sectores clave, desde el energético hasta el transporte y recolectores de basura. La basura se apilaba en París y otras ciudades del país.
La policía se enfrentó a agitadores en varias ciudades, especialmente en París, al arremeter, encarar y rociar con gas lacrimógeno a intrusos vestidos de negro que incendiaron pilas de basura a lo largo de la ruta de la marcha y destruyeron paradas de autobuses, un poste de luz y otro equipamiento urbano.
Dichos "elementos radicales", en palabras de la policía, suelen unirse a las protestas para provocar problemas. La policía de París informó que 32 personas fueron detenidas.
La policía contabilizó cerca de 48.000 manifestantes en París y el Ministerio del Interior señaló que había unos 368.000 en todo Francia, muy por debajo del millón de personas que marcharon el martes en ciudades y pueblos para denunciar un plan que muchos consideran injusto.
El sindicato de izquierda, CGT, que suele calcular una participación mucho más elevada que la de la policía, dijo que 300.000 personas protestaron en París y más de un millón en todo Francia, cifras por debajo de sus cálculos de protestas pasadas.
- Geraldine Carbonell, una empleada de vivienda pública de 47 años, dijo que está mal obligar a todos a trabajar hasta los 64 años.
"No todos somos iguales en lo que se refiere a los trabajos que hacemos", dijo. "No es lo mismo 64 años si eres un obrero o un ejecutivo".