El presidente francés Emmanuel Macron exhortó a los padres de familia a mantener a sus hijos adolescentes en casa y propuso restricciones a las redes sociales para apaciguar los disturbios que se extienden por toda Francia a raíz de la muerte de un conductor de 17 años baleado por la policía. Hasta ahora, los disturbios han resultado en el arresto de 875 personas.
ESTADO DE EMERGENCIAMientras Macron postergaba la opción de declarar un estado de emergencia —una opción que se usó en circunstancias similares en 2005_, su ministro del Interior ordenó el paro total de los servicios públicos de autobuses y tranvías en todo el país antes de la puesta del sol del viernes.
La región de París ya había anunciado tal suspensión del servicio a fin de proteger a los trabajadores del transporte y pasajeros.
- Las instrucciones del ministro del Interior, Gérald Darmanin, se conocieron después de una segunda reunión de crisis del gobierno, durante la cual Macron sostuvo que las plataformas de redes sociales como Snapchat y TikTok jugaron un "papel considerable" en el fomento de actos de violencia durante los disturbios de esta semana.
Macron afirmó que su gobierno trabajará con empresas de tecnología para establecer procedimientos para "la eliminación del contenido más delicado". No especificó el contenido que tenía en mente, pero declaró: "Espero un espíritu de responsabilidad de estas plataformas".
Las autoridades francesas también planean solicitar, cuando sea "útil", las identidades "de quienes usan estas redes sociales para llamar al desorden o exacerbar la violencia", aseguró el mandatario francés.
Macron afirmó que un tercio de las personas arrestadas el jueves por la noche eran "jóvenes, a veces muy jóvenes" y que "es responsabilidad de los padres" mantener a sus hijos en casa.
"A veces tenemos la sensación de que algunos de ellos están viviendo en las calles los videojuegos que los han intoxicado", dijo Macron sobre los alborotadores.
Macron habló mientras el gobierno trataba de restablecer el orden tras la tercera noche seguida de disturbios desde que un policía abrió fuego y mató a un adeoescente el martes en Nanterre, un suburbio del noroeste de París.
Los manifestantes erigieron barricadas, prendieron incendios y lanzaron fuegos artificiales a la policía, que respondió con gases lacrimógenos, cañones de agua y granadas aturdidoras. La policía dijo que al menos 200 policías resultaron heridos.
Las autoridades movilizaron alrededor de 40.000 agentes para sofocar las protestas y hacer arrestos por actos que Macron describió como "inaceptable e injustificable".
El presidente se abstuvo de anunciar un estado de emergencia, una táctica utilizada por un gobierno francés anterior en 2005 para sofocar los disturbios luego de la muerte accidental de dos menores mientras huían de la policía.
Los disturbios se producen poco más de un año antes de que París y otras ciudades francesas sacudidas por la violencia reciban a 10.500 atletas olímpicos y millones de visitantes para los Juegos Olímpicos de verano. El comité organizador de París 2024 dijo que estaba siguiendo de cerca la situación y que continuaban los preparativos para los Juegos Olímpicos.