Insurgencia en Baluchistán: Grupo ELB Reivindica Ataques Letales

Más de 40 muertos en escalada de violencia en la región

QUETTA, Pakistán

Un grupo separatista se atribuyó la autoría de varios ataques que dejaron más de 40 muertos en el suroeste de Pakistán pero insistió en que no causó daños a civiles, mientras las autoridades enviaban el martes los cadáveres de 23 de las víctimas a sus distritos de origen para su entierro.

El ilegalizado Ejército de Liberación de Baluchistán (ELB) advirtió en un comunicado que se producirían más ataques y que 800 de sus bien entrenados combatientes participaron en la primera fase de su campaña, con tiroteos y bombas que comenzaron el domingo en la noche y terminaron el lunes.

La segunda fase será "aún más intensa y generalizada", advirtió.

Los ataques fueron condenados en todo el país.

El primer ministro, Shehbaz Sharif, dijo en una reunión del gobienro el martes que no habrá conversaciones de paz con los insurgentes que se alzaron en armas contra el Estado, mataron a inocentes y atacaron a las fuerzas de seguridad en Baluchistán.

Según el mandatario, los últimos ataques en Baluchistán pretenden perjudicar los proyectos de desarrollo financiados por China en el Corredor Económico China-Pakistán, que incluye la construcción y mejora de carreteras y redes ferroviarias para unir la región occidental china de Xinjiang con el puerto suroccidental paquistaní de Gwadar en el mar Arábigo.

En los últimos años, en ELB y otros grupos insurgentes han atacado también a ciudadanos chinos que trabajan en proyectos del Corredor.

Shafique Ullah, un funcionario del gobierno local, dijo que entre los 23 muertos a manos del ELB había 14 personas de la provincia oriental de Punjab y nueve baluchis, que fueron obligadas a bajarse de sus vehículos en una carretera en Musakhail, un distrito de Baluchistán, a primera hora del domingo.

Los cuerpos fueron enviados a sus distritos de origen el lunes, agregó.

Los funerales por los 14 agentes de seguridad muertos en los ataques se celebraron durante la noche en Baluchistán.

El gobierno prometió castigar a los atacantes y a sus colaboradores.

El ELB lleva años atacando a las fuerzas de seguridad en operaciones a pequeña escala, pero los últimos episodios violentos indicaron una mejora en su organización.

Sarfraz Bugti, el primer ministro de Baluchistán, dijo a reporteros el lunes en Quetta que las operaciones contra los insurgentes seguían en marcha y agregó que "los que mataron a nuestros civiles inocentes y a (efectivos de) seguridad serán castigados con toda la fuerza".

Baluchistán ha sido escenario de una larga insurgencia, con una serie de grupos separatistas que perpetraban atentados, principalmente contra las fuerzas de seguridad. Los separatistas exigen la independencia del gobierno central en Islamabad.

Aunque Pakistán dice que ha sofocado la insurgencia, la violencia en la región persiste.