COLOMBO, Sri Lanka — El presidente de Sri Lanka, Gotabaya Rajapaksa, ha aceptado dimitir, anunció el presidente del Parlamento, luego de que cientos de manifestantes irrumpieron en la residencia y la oficina del mandatario para desahogar su furia contra un líder al que consideran responsable de la peor crisis económica de la nación en la memoria reciente.
Los manifestantes también asaltaron la residencia privada del primer ministro y la incendiaron.
El presidente del Parlamento, Mahinda Yapa Abeywardena, dijo en una declaración televisada que él informó a Rajapaksa de una decisión tomada por los líderes de los bloques parlamentarios de pedir su renuncia, y que él accedió. Sin embargo, Rajapaksa continuará en la presidencia hasta el miércoles para asegurar una transferencia del poder sin sobresaltos, añadió Abeywardena.
Horas antes, el primer ministro Wickremesinghe también había accedido a dimitir después de que los líderes de los partidos en el Parlamento le exigieran a él y al asediado presidente que abandonaran sus cargos.
En la mayor protesta hasta la fecha en Sri Lanka, miles de personas rompieron barricadas y entraron en la residencia del presidente Rajapaksa y su oficina cercana. No estaba claro si Rajapaksa se encontraba en su residencia de Colombo cuando la muchedumbre la tomó por asalto. Un portavoz del gobierno, Mohan Samaranayake, dijo que no tenía información sobre su ubicación.
Imágenes en redes sociales y medios de comunicación mostraban manifestantes bañándose en la piscina de la residencia. Algunos se acostaron en las camas, mientras otros se prepararon té y lo bebieron. Algunos hicieron "declaraciones" desde una sala de conferencias, afirmando que Rajapaksa y Wickremesinghe debían abandonar sus cargos de inmediato.
Líderes religiosos y de las protestas pidieron la renuncia del mandatario
El mes pasado, Wickremesinghe admitió que la economía del país había colapsado. Dijo que las negociaciones del gobierno con el Fondo Monetario Internacional han sido complejas porque Sri Lanka entra en las conversaciones como estado en bancarrota.
Colombo anunció en abril que suspendería los pagos de deudas internacionales debido a falta de divisas. Su deuda exterior asciende a 51.000 millones de dólares, de los que debe pagar 28.000 millones para finales de 2027.