MADRID, España.-La campaña del expresidente de Estados Unidos Donald Trump ha tenido que salir al paso de las declaraciones vertidas por el magnate en una armería, desde donde confesó que quería comprarse una pistola pese a que, por ley, no puede hacerlo por los varios frentes judiciales que tiene abiertos.
Las imágenes de la polémica fueron difundidas en redes sociales por el portavoz de Trump, Steven Cheung, que terminó retirándolas. Fueron captadas en una armería de Summerville, en Carolina del Sur, durante una parada imprevista de la campaña para las elecciones primarias del Partido Republicano.
Trump observa la pistola Glock que sostiene otra persona y, acto seguido, comenta: "Quiero comprar una". La persona en cuestión responde y el presidente, a continuación, insiste: "No, quiero comprar una".
El mensaje compartido inicialmente daba por hecho que Trump llegó a adquirir el arma, algo que la campaña desmintió posteriormente en declaraciones a NBC News. La legislación norteamericana impide a las personas imputadas comprar un arma y Trump, con cuatro casos penales ya abiertos, acumula más de 90 cargos.
El tema de las armas es, además, un debate recurrente en Estados Unidos, que se reaviva con cada tiroteo masivo. El Gobierno admite que en 2021 murieron más de 48.800 personas por incidentes relacionados y estos casos son ya la principal causa de muerte entre niños y adolescentes.