Lituania cortó por completo las importaciones de gas de Rusia, convirtiéndose aparentemente en la primera de las 27 naciones de la Unión Europea en romper la dependencia energética de Moscú.
“Buscando la independencia energética total del gas ruso, en respuesta al chantaje energético de Rusia en Europa y la guerra en Ucrania, Lituania ha abandonado por completo el gas ruso”, anunció el Ministerio de Energía en un comunicado el sábado por la noche.
“Somos el primer país de la UE entre los países que provee Gazprom en independizarse del suministro de gas ruso, y esto es el resultado de una política energética coherente de varios años y decisiones de infraestructura oportunas”, dijo el ministro de Energía, Dainius Kreivys.
El presidente de la antigua república soviética de 2,8 millones, Gitanas Nauseda, publicó un tuit optimista en su cuenta e instó a otras naciones europeas a hacer lo mismo.
“A partir de este mes, no más gas ruso en Lituania. Hace años mi país tomó decisiones que hoy nos permiten sin dolor romper los lazos energéticos con el agresor. ¡Si nosotros podemos hacerlo, el resto de Europa también puede hacerlo!”, tuiteó Nauseda.
En 2015, casi el 100 % del suministro de gas de Lituania procedía de las importaciones de gas ruso, pero la situación cambió drásticamente en los últimos años después de que el país construyó una terminal de importación de gas natural licuado (GNL) en alta mar, inaugurada en 2014, en la ciudad portuaria de Klaipeda.
El Ministerio de Energía dijo que a partir de ahora todo el gas para el consumo interno de Lituania se importará a través de la terminal de GNL de Klaipeda.
El año pasado, un 26% del suministro de gas de Lituania era ruso, 62% provenía de la terminal de GNL de Klaipeda y el 12% restante se importaba de un almacenamiento de gas en la vecina Letonia.