China comienza el domingo una conferencia del partido que se celebra cada quinquenio y en la que se espera que el presidente Xi Jinping reciba un tercer mandato de cinco años que rompa con los precedentes recientes y que lo consolide como el político chino más poderoso desde Mao Zedong.
Se espera que Xi pronuncie un largo discurso en la sesión de apertura, pero se prevén pocos cambios en su fórmula de un gobierno estricto de un solo partido, intolerancia a las críticas y un enfoque de línea dura hacia el COVID-19, incluidas cuarentenas y prohibiciones de viaje a pesar de que otros países ya han abierto sus fronteras.
Xi apenas ha dejado espacio para su engrandecimiento político, ya que se ha colocado a sí mismo a la cabeza de los asuntos internos, la política exterior, el ejército, la economía y la mayoría de los demás asuntos clave, supervisados por grupos de trabajo del partido que él dirige.
El congreso se celebra en momentos en que la economía china atraviesa fuertes vientos en contra, debido al casi colapso del sector inmobiliario y a las restricciones impuestas al comercio minorista y a la industria manufacturera por el COVID-19, que aumentaron la ya de por sí intensa vigilancia sobre la población y la supresión de la libertad de expresión del régimen.
Al igual que con la mayoría de los eventos políticos chinos, se ha publicado poca información de antemano y el resultado del congreso sólo se anunciará después de varios días de sesiones a puertas cerradas. También se desconoce cuánto se ha decidido previamente y cuánto queda por resolver en reuniones cara a cara.
El portavoz del congreso, Sun Yeli, reafirmó el sábado el compromiso del gobierno con su política de “cero COVID” a pesar de los costos económicos y reiteró la amenaza del ejército chino de usar la fuerza para anexionarse Taiwán, que tiene un gobierno semiautónomo.
En una conferencia de prensa de dos horas, Sun ofreció pocos detalles sobre qué cambios se promulgarían en los estatutos del partido durante la reunión, que se espera que dure alrededor de una semana. Sun es subjefe del Departamento de Propaganda del Partido Comunista Chino y no es muy conocido fuera de los círculos del partido.
El congreso es el vigésimo en la historia del partido centenario, que cuenta con unos 96 millones de miembros, más de 2.000 de los cuales asistirán a las reuniones de Beijing.