El Gobierno de Colombia ha pedido perdón este martes de forma pública por las más de 6.400 ejecuciones extrajudiciales cometidas por el Estado, conocidas en el país como 'falsos positivos', y ha hecho referencia especialmente al caso de Fabián Vargas, ejecutado en 2008.
"La muerte de Alix Fabián Vargas Hernández no ocurrió en el marco de una confrontación armada contra grupos al margen de la ley, sino que fue un abuso del poder de las armas entregadas para la defensa de los derechos de los colombianos", ha dicho el ministro de Defensa colombiano, Iván Velásquez, que ha pedido perdón por primera vez "en nombre de la nación" en relación con este caso.
Velásquez ha señalado que se trata del reconocimiento de "un grave error" y un "crimen que se cometió" y por el que el Estado "solo siente vergüenza". "Estamos dispuestos a no repetirlo jamás y la mejor forma para ello es poder expresar de manera pública y señalar la verdad de lo sucedido", ha puntualizado.
Vargas murió en 2008 a manos del Ejército, que posteriormente lo habría hecho pasar por un guerrillero muerto en combate, según informaciones del diario 'El Espectador'. Ahora, desde el auditorio del Museo Nacional de Bogotá, acompañado del comandante del Ejército, el general Luis Mauricio Ospina, el ministro ha dado la razón a su familia.
"Efectivamente, su hijo había sido desaparecido forzadamente y luego había sido ejecutado", ha aseverado en lo que supone la primera vez que un ministro de Defensa, en el ejercicio de su cargo, reconoce y pide perdón por los 'falsos positivos'.
Sus palabras llegan después de que el presidente de Colombia, Gustavo Petro, calificara a finales de junio como el "peor crimen contemporáneo" estas ejecuciones extrajudiciales cometidas por el Estado.
El ministro ha indicado, además, que prevé solicitar a sus compañeros del Ministerio de Defensa que organicen actos simbólicos para honrar la memoria de las víctimas y ofrecer disculpas a los familiares.