El martes se colocaron cercas y la policía restringía las salidas de una zona acordonada en Beijing, mientras las autoridades de la capital china redoblaban sus esfuerzos para impedir un gran brote de COVID-19 como el que ha paralizado la ciudad de Shanghái.
La gente hacía fila para hacerse pruebas diagnósticas en gran parte de la ciudad, que amplió los cribados a 11 de los distritos de Beijing.
En las 24 horas previas se identificaron 22 casos nuevos, según dijeron las autoridades de salud de la capital en una conferencia de prensa vespertina. Eso eleva a 92 el total desde que se identificó el brote hace cinco días.