SEÚL, Corea del Sur — Un incendio se propagó por un vecindario lleno de viviendas improvisadas en el sur de la capital de Corea del Sur el viernes en la mañana, destruyendo al menos 60 hogares y obligando a unos 500 residentes a evacuar.
Funcionarios dijeron que los bomberos estaban controlando el incendio en la localidad de Guryong y que no había reportes de víctimas.
Shin Yong-ho, funcionario del departamento de bomberos del distrito Gangnam de Seúl, dijo que los rescatistas seguían revisando zonas afectadas por el incendio, pero que se creía que todos los residentes habían sido evacuados.
Más de 800 bomberos, agentes de la policía y servidores públicos fueron enviados a la zona para combatir las llamas y encargarse de las evacuaciones luego de que se desató el incendio a las 6:30 de la mañana.
Fotografías del sitio muestran a bomberos combatiendo las llamas bajo una espesa nube de humo blanco que cubría la localidad conocida por sus densas hileras de pequeñas casas, mientras los helicópteros rociaban agua desde arriba.
Se cree que el incendió comenzó en una de las viviendas de la localidad hecha con láminas de plástico y madera contrachapada, señaló Shin, y agregó que la causa del incendio seguía bajo investigación.
Kim Ah-reum, funcionario del distrito de Gangnam, dijo que unos 500 residentes han sido evacuados a instalaciones cercanas, como el gimnasio de una escuela. Las autoridades planeaban trasladar posteriormente a los residentes a hoteles cercanos.
La localidad de Guryong, situada cerca de algunas de las zonas inmobiliarias más caras de Seúl, ha sufrido daños por incendios en varias ocasiones a lo largo de los años, una vulnerabilidad que se ha relacionado con sus viviendas construidas con materiales que arden con facilidad.
La localidad se formó en la década de 1980 como asentamiento para personas desalojadas de sus barrios originales en el marco de los proyectos masivos de desalojo y reurbanización de la ciudad. Cientos de miles de personas fueron expulsadas de sus hogares en vecindarios marginales y asentamientos de bajos ingresos durante esos años, un proceso que los entonces líderes militares del país consideraron crucial para embellecer la ciudad para los visitantes extranjeros antes de los Juegos Olímpicos de Seúl de 1988.