WASHINGTON, D.C.- Donald Trump buscaba recuperarse el miércoles después de su turbulento debate con la demócrata Kamala Harris cuando faltan 55 días para las elecciones y con las primeras boletas ya en el correo para las votaciones anticipadas en Alabama y otros estados.
No hace ni tres meses Trump bajaba del escenario de un debate en Atlanta después de ver al presidente Joe Biden brindar un desempeño errático que resultó en el fin de la campaña de reelección del mandatario de 81 años de edad, quien terminó por expresar su apoyo a Harris, su vicepresidenta.
Pero, al caer la noche del martes, era Trump, de 78 años, quien estaba a la defensiva después de que Harris, de 59, tomó las riendas de buena parte del debate, provocando en reiteradas ocasiones al republicano para que diera airadas respuestas repletas de exageraciones y falsedades.
La actuación de Trump obligó a que muchos republicanos salieran a criticar el desempeño de Harris, insistiendo en que Trump aún tiene tiempo para volver a enfocarse en la economía, la inmigración y otras cuestiones que podrían influir en un electorado sumamente dividido.
"Creo que se pudo haber marcado un contraste más claro en lo que han hecho sus políticas durante los últimos tres años y medio", dijo la senadora republicana Shelley Moore Capito al criticar el enfoque del expresidente. "Yo me hubiera enfocado en eso".
El equipo de campaña de Harris propuso de inmediato un segundo debate. Fox News ha propuesto un encuentro para octubre octubre, pero con moderadores que Trump ha indicado que no son de su preferencia. El miércoles agregó en su cuenta de Truth Social que no hay necesidad de un segundo debate.
"En el mundo del boxeo o de la UFC, cuando un peleador es derrotado o noqueado, se levanta y grita: ´¡Exijo una revancha, exijo una revancha!". Pues lo mismo sucede con un debate", escribió Trump mientras se proclamaba vencedor. "Anoche le dieron una gran paliza... entonces ¿por qué accedería yo a una revancha?"