CIUDAD DE MÉXICO.-Una experiencia clásica para los turistas en Qatar es montar camellos sobre las dunas del desierto. Ante el súbito incremento de visitantes por la Copa Mundial de Futbol, estos animales casi no tienen tiempo para descansar.
Aficionados en busca de realizar actividades entre los partidos viajan a las afueras de Doha, capital del país árabe. No sólo buscan fotografiarse arriba de camélidos para compartir las imágenes en Instagram, sino también con halcones, considerados aves nacionales.
Ali Jaber al Ali es un pastor beduino de camellos de Sudán. Trabaja con estos animales desde que era niño y llegó a Qatar hace 15 años. Antes de la Copa Mundial, su compañía ofrecía cerca de 20 paseos diarios y 50 los fines de semana.
Desde que arrancó el evento deportivo, brinda 500 paseos en la mañana y otros 500 en la tarde. Su empresa pasó de tener 15 camellos a 60, comentó.
El hombre de 49 años asegura saber cuándo un animal está cansado: usualmente, si se niega a levantarse o se sienta después de ponerse de pie.
La tarde de un viernes, cientos de personas vestidas con uniformes de equipos de futbol o envueltas en banderas esperan su turno para montar el lomo de un camello. Aquellos que no quieren levantarse son forzados por sus manejadores.
Un paseo corto dura 10 minutos, pero también se ofrecen otros más largos de 20 a 30 minutos.
Normalmente, Al Ali deja descansar a los camellos tras cinco paseos, pero desde que inició Qatar 2022 hay animales que llevan a cabo 15, 20 e incluso 40 paseos sin descanso.
Las jornadas para Al Ali comienzan a las 4:30 horas, cuando alimenta a sus animales y los prepara para los clientes. Algunos turistas llegan al amanecer en búsqueda de la foto perfecta de la salida del Sol.
Del mediodía a las 14:00 horas descansan camellos y manejadores en preparación para atender a los turistas de la tarde.
Al igual que en otras culturas del Golfo, los camellos alguna vez fueron un medio de transporte vital para Qatar y ayudaron a la exploración y desarrollo de rutas comerciales.
La organización Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA, por sus siglas en inglés) sostiene que es cruel cualquier paseo sobre ejemplares de fauna, como burros, caballos y camellos. Por eso sugiere evitar por completo este tipo de experiencias.
"Los animales son arrastrados y obligados a soportar el peso de humanos, carruajes y equipajes de turistas", señala en una publicación sobre cómo ser un viajero compasivo.
En tanto, la organización Ethical Traveler considera posible una interacción ética con los camellos durante un paseo. Quienes desean hacerlo pueden seguir las sugerencias de esta agrupación: buscar por adelantado operadores turísticos éticos y elegir aquellos que mencionen activamente el buen cuidado de sus animales. También revisar la condición de los camellos antes de pagar por montar sobre ellos.