BOGOTÁ, Colombia.
En la madrugada del este lunes la policía halló varias bolsas plásticas con extremidades de dos cuerpos humanos al noreste de la capital de Colombia. Otra escena similar fue registrada al sur de Bogotá con una víctima más.
No se trata de una práctica nueva en Bogotá, pero sí más recurrente que las autoridades atribuyen a ajustes de cuentas entre bandas de microtráfico de droga. En lo que va del 2022, la policía ha documentado 19 casos con características similares: cuerpos abandonados en el espacio público dentro de bolsas plásticas, algunos con señales de tortura. En comparación, en el 2021 se registraron al menos dos casos, y en 2020 tres más.
La sevicia de los recientes crímenes avivó el temor de los ciudadanos por las llamadas “casa de pique”, viviendas utilizadas para torturar y asesinar personas que han existido en otras ciudades, y que según la fiscalía hacia el 2015 se dieron en el Bronx, el que fuera el mayor centro de expendio de drogas dentro de Bogotá. La alcaldía de Bogotá ha negado que los crímenes recientes estén ligados a “casas de pique”.
La policía y la alcaldía de Bogotá han advertido que, en algunos casos, sería responsabilidad del Tren de Aragua, una organización criminal trasnacional originada en Venezuela que suele utilizar prácticas violentas.
La fiscalía adelanta investigaciones sobre el Tren de Aragua, sin embargo, no detalló los avances al ser consultada mediante su oficina de prensa.
Al menos cinco personas han sido capturadas en medio de las investigaciones de los cadáveres en bolsas, según la policíaDos de ellos fueron señalados como presuntos integrantes del Tren de Aragua e identificados como Víctor Manuel Quintero y Alfredo Brito Pérez, de nacionalidad venezolana. No aceptaron ante las autoridades haber torturado y asesinado a un joven que fue encontrado el 18 de abril en una vía pública del sureste de Bogotá.
Para los expertos, la creciente presencia que tendría el Tren de Aragua en Bogotá y no sólo en la frontera con Venezuela, no puede descartar otras organizaciones nacionales y trasnacionales ligadas al narcotráfico que operan en Bogotá.
Dada la elevada producción de cocaína en Colombia, señaló Acero, es un “mercado importante” para mafias a nivel mundial.
En Colombia se registraron 143.000 hectáreas de coca en el 2020, lo que equivale a una disminución del 7% frente al año anterior, de acuerdo con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. Mientras que la fabricación potencial de cocaína aumentó el 8% llegando a 1.228 toneladas.