Los países de la Unión Europea han diluido una propuesta del brazo ejecutivo del bloque destinada a reducir las emisiones contaminantes de los vehículos.
La Comisión Europea propuso el año pasado normas de contaminación actualizadas para los vehículos nuevos con motor de combustión que se espera que permanezcan en las carreteras europeas mucho después que el bloque de 27 naciones prohíba su venta en 2035, con el objetivo de reducir las emisiones de los tubos de escape, los frenos y los neumáticos.
- La Comisión esperaba que las nuevas directrices ayudaran a reducir las emisiones de óxido de nitrógeno de los automóviles y furgonetas en un 35% en comparación con las regulaciones existentes sobre emisiones de gases de escape para contaminantes distintos del dióxido de carbono, y en un 56% de los autobuses y camiones.
Pero varios Estados miembros y fabricantes de automóviles presionaron por una ley más débil y acordaron el lunes un compromiso diluido presentado por la presidencia rotatoria de la UE que actualmente ostenta España.
En cambio, los Estados miembros decidieron mantener los límites de emisiones existentes y las condiciones de prueba para automóviles y furgonetas, y reducirlos sólo para autobuses y vehículos comerciales pesados.
También acordaron reducir los límites de emisiones de partículas de frenos y las emisiones de tasa de abrasión de neumáticos.
El año pasado, los legisladores y los Estados miembros de la UE llegaron a un acuerdo para prohibir la venta de automóviles y camionetas nuevos de gasolina y diésel para 2035.
El acuerdo fue parte del paquete "Fit for 55" del bloque, que la Comisión Europea creó para lograr el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 55% durante esta década.
Según el acuerdo, los fabricantes deberán reducir las emisiones de los automóviles nuevos vendidos en un 55% para 2030, en comparación con 2021, antes de alcanzar una reducción del 100% cinco años después.