TALLÍN, Estonia — Ha bajado la cantidad de rusos que están cruzando las fronteras hacia países vecinos en días recientes, de acuerdo con las autoridades locales, a pesar de una ansiedad persistente sobre la movilización militar parcial de reservistas anunciada por el Kremlin hace menos de dos semanas con tal de fortalecer las tropas rusas en Ucrania.
Más de 194.000 rusos habían entrado a Kazajistán, Georgia y Finlandia para el martes. No fue posible discernir cuántos escapaban de la movilización y cuántos viajaban por otras razones, pero los números eran mucho más elevados después de la convocatoria de Putin.
De acuerdo con funcionarios de esos tres países, para el final de la semana el flujo había decrecido. No estaba claro si eso estaba relacionado con los centros temporales de reclutamiento militar que las autoridades rusas establecieron con premura junto a las fronteras o con la política de rechazar a hombres de la frontera, citando las leyes de movilización.
Finlandia prohibió el viernes el ingreso de rusos con visas de turista y solamente 1.688 rusos lograron cruzar por tierra al país nórdico ese día, comparado con 5.262 el jueves y más de 8.000 diarios el fin de semana previo, de acuerdo con la Guardia Fronteriza finlandesa.
Georgia registró también menos rusos entrando al país: solamente 6.109 entre jueves y viernes, comparado con 9.642 entre miércoles y jueves, dijo el Ministerio del Interior.
La declinación del flujo de rusos a Georgia, que junto con Kazajistán forma dos de los destinos más populares para quienes cruzan por tierra, pudiera tener que ver también con las nuevas restricciones. El miércoles, funcionarios de la región sureña rusa de Osetia del Norte, donde está ubicado el único punto de cruce a Georgia, restringieron el ingreso de autos de oras regiones en un intento por frenar el éxodo.