Cuba
Cuba incrementará los precios de las gasolinas, la energía eléctrica y el gas a partir de febrero y marzo, una medida que fue anunciada en diciembre y causó revuelo entre la población en medio de un proceso inflacionario y la distorsión ocasionada por varios tipos de cambio del dólar.
En una mesa redonda de la televisión cubana comparecieron el lunes en la noche varios funcionarios del país para dar cuenta de los aumentos y su alcance.
A partir del 1 de febrero, por ejemplo, la gasolina especial pasará de costar 30 pesos cubanos por litro a 156 pesos cubanos, informó el ministro de Finanzas y Precios, Vladimir Regueiro.
La cifra tiene diferentes significados de acuerdo con la tasa de cambio que se use para su equivalencia en dólares. O sea, si se multiplica por 24 pesos —el tipo de cambio oficial— el litro costaría poco más de seis dólares, pero por 120 pesos —la tasa que el propio Estado ofrece a los particulares— será de 1,3 dólares.
Más aún, si se toma el monto de cambio en el mercado negro de 270 pesos por dólar, el costo para un litro de gasolina alcanzaría los 0,5 centavos de dólar. Este tipo de cambio es el que realmente usan los cubanos cotidianamente.
APUNTALAN TURISMOLa nueva tarifa irá acompañada de la apertura de 28 gasolineras que despacharán directamente en dólares y servirán para apuntalar la venta al turismo. Se mantendrá un precio preferencial de tipo mayorista para transportistas de pasajeros y carga.
El desabastecimiento de combustible, que las autoridades han justificado debido a la falta de recursos para comprarlo en el extranjero y las sanciones estadounidenses contra la isla, se volvió crítico en algunos meses del 2023, con largas colas de hasta días en las gasolineras. Cuba produce menos de la mitad de lo que consume.
Por su parte, el ministro de Energía y Minas, Vicente La O Levy, recordó que, como ya se había informado, la tarifa eléctrica se incrementará para el mes de marzo en un 25% para los consumidores de más de 500 kilowatts/hora. El mismo monto de 25% se aplicará en aumento para el tanque de gas licuado.
En diciembre, el primer ministro Manuel Marrero advirtió ante los diputados de la Asamblea del Poder Popular —el Parlamento— que las fuertes dificultades para equilibrar las cuentas del Estado iban a obligar a imponer estos aumentos, aunque no había especificado ni cuánto, ni cuándo.
Los cubanos tomaron con preocupación los anuncios, pues los aumentos de tarifas llegan en medio de un proceso inflacionario que recorta el poder adquisitivo.
Precisamente en esa sesión parlamentaria de diciembre, funcionarios de la cartera de Economía dieron cuenta de que en 2023 el producto interno bruto de Cuba se contrajo entre 1% y 2%, y la inflación fue del 30% anual, que se suma a la de 70% de 2022 sin que se equipararan los salarios, sobre todo en el amplio sector estatal.
Las cifras de inflación reflejan los incrementos de precios en el mercado formal, pero podrían ser superiores, según expertos, si se considera el informal, al cual recurre mayoritariamente la población para resolver muchos de sus requerimientos de alimentos, medicinas y otros insumos.
El mismo diciembre, los ciudadanos también expresaron su preocupación por el impacto que estos incrementos de tarifas tendrán en los productos básicos, según constató The Associated Press.
Durante un discurso de fin de año, el presidente Miguel Díaz-Canel defendió el plan de incrementos, asegurando que no se trataba de un "paquete neoliberal contra el pueblo", ni un cambio en el rumbo político de la isla, sino una adecuación ante la crisis.