El hombre entró al Centro Médico Hospital Encino, en el Valle de San Fernando, poco antes de las 16:00 horas, explicó Drake Madison, agente de la policía de Los Ángeles.
El sospechoso había estacionado su auto en el medio de una calle y entró en la sala de urgencias, donde pidió ser atendido por ansiedad antes de agredir al personal, señalaron las autoridades.
Las tres víctimas fueron trasladadas a un centro de traumatología en estado crítico, indicaron funcionarios de los bomberos. La policía dijo luego que una de las heridas tenía un pronóstico crítico y fue operada. Más tarde se reportó que las tres personas estaban estables en el centro médico del hospital Dignity Health Northridge.
La primera planta del centro de Encino y algunas oficinas próximas fueron evacuadas, según la policía.
“Sacamos a los pacientes fuera de la zona de peligro", afirmó el subdirector de la policía de Los Ángeles, Alan Hamilton, en una conferencia de prensa, que agregó que no había indicios de que el hombre conociese a sus víctimas.
El agresor estuvo dentro del centro médico unas dos horas mientras miembros del comando policial de élite SWAT trataban, sin éxito, de negociar con él antes de su detención, dijo la policía.
Fue trasladado a otro hospital para ser atendido de las heridas que se autoinfligió en los brazos, añadieron las autoridades.
El nombre del sospechoso no se hizo público de inmediato, pero Hamilton apuntó que tenía un largo historial delictivo, incluyendo dos arrestos el año pasado por agredir a un agente de policía y por resistencia a la autoridad.
Benjamin Roman, un técnico de ultrasonido, contó a la televisora KNBC-TV que antes de los apuñalamientos vio al hombre, que estaba acompañado por un perro y podría estar drogado porque tenía aspecto ansioso y estaba empapado en sudor.
Después de que el hospital emitió un código de “triaje interno”, Roman dijo que vio a una doctora y a una enfermera que habían sido apuñaladas.
“Parecía que la doctora tenía dolor”, señaló. “Había mucha sangre y parecía que... podría haberla herido en el abdomen”.
El ataque se produjo apenas dos días después de que un hombre mató a tiros cuatro personas y luego se suicidó en un hospital de Tulsa, Oklahoma. El agresor entró sin problemas a un edificio del Hospital Saint Francis unas horas después de comprar un fusil tipo AR, señalaron las autoridades.
El agresor mató a su cirujano y a otras tres personas en un consultorio. Culpaba al doctor del dolor que sufría tras una operación de espalda reciente.