De momento, este domingo el mexicano fue condecorado en Cuba con la Orden José Martí, la más alta distinción que conceden las autoridades de la isla a una personalidad extranjera, y con eso queda dicho casi todo.
Más allá de los acuerdos que suscribieron ambos países, que fueron sobre todo declaraciones de buenas intenciones, para el Gobierno de Miguel Díaz-Canel la visita fue importante por el apoyo político que representó, pues en tierras cubanas López Obrador volvió a denunciar con toda contundencia el embargo norteamericano contra la isla, que dura ya seis décadas y La Habana considera la principal causa de sus males económicos.