ATMORE, Alabama, EE.UU. — Alabama ejecutó a un hombre que mató a golpes a una mujer en 2001 y vuelve a administrar la inyección letal luego de una pausa para revisar el procedimiento.
James Barber, de 64 años, fue declarado muerto a las 01:56 de la madrugada tras recibir una inyección letal en una cárcel del sur de Alabama.
Barber fue declarado culpable y condenado a muerte por la paliza que le propinó en 2001 a Dorothy Epps, de 75 años. La fiscalía dijo que Barber, un hombre de mantenimiento, confesó haber asesinado a Epps con un martillo antes de huir con su bolso. El jurado votó 11-1 a favor de recomendar la pena de muerte, que fue impuesta por un juez.
Esta fue la primera ejecución llevada a cabo en Alabama este año luego de que el estado las suspendiera el otoño pasado. La gobernadora, Kay Ivey, anunció una pausa en noviembre para realizar una revisión interna del procedimiento.
La decisión se tomó luego de que el estado paró la administración de dos inyecciones letales por la dificultad para colocar la vía intravenosa a los condenados. Varios grupos dijeron que un tercer proceso, que se demoró por los problemas con la vía, fue una chapuza, algo que el estado rebatió.
Los abogados de Barber solicitaron sin éxito a los tribunales que impidieran la ejecución alegando que el estado tiene un patrón de no "llevar a cabo las ejecuciones por inyección letal de forma constitucional".
Por su parte, el estado pidió que se permitiese el proceso.
"La señora Epps y su familia llevan veintidós años esperando justicia", dijo la oficina del fiscal general de Alabama en un escrito presentado al tribunal.